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Parábola de
S. MATEO 18
los dos deudores
17 Y si no oyere á ellos, dilo á la
pasaba, se entristecieron mucho,
0
iglesia:
y
si no oyere
á
la iglesia,
a
op. 16. 18.
y
viniendo, declararon
á
su señor
•tenle por étnico y "publicano.
;.<~··f:");
5
todo lo que había pasado.
18 De cierto os digo
que
"todo lo
•no.:to. t7.
32 Entonces llamándole su señor,
que ligareis en la tierra, será ligado
~ ~~:~--o.
le dice: Siervo malvado, toda
en el cielo;
~
todo lo _que desa-
g-J~\o.
aquella deuda te perdoné, porque
tarets en la tierra, sera desatado
e op.
s.
•J6 .
me rogaste:
en el cielo.
~
7
0
•
10
u . 33 ¿No te convenía también á ti
19 Otra vez os digo, que si dos
d
op. 10: 10.
tener misericordia de
tu
consiervo,
de vosotros se convinieren en la
como también yo tuve misericordia
tierra, de toda cosa que pidieren,
de ti?
' les será hecho por mi Padre que
•op.7.7.
34 Entonces su señor, enojado, le
está en los cielos.
1 Jn. 5 ·
1-1.
entregó á los verdugos, hasta que
20 Porque donde están dos ó tres
pagase todo lo que le debía.
congregados en
mi
nombre, allí
/Mr. tt.'26.
35 Así también hará tcon vaso–
estoy en medio de ellos.
S<o. 2 · ' 3 •
tros mi Padre celestial, si no per–
21 Entonces Pedro, llegándose á
él, dijo: Señor, "¿cuántas veces
o
ver. ts.
perdonaré á mi hermano que pe-
care contra mí?
11
¿hasta siete?
h
Lo. t7. 4.
22 Jesús le dice: No te digo has-
ta siete, tmas aun hasta setenta
i
cp. a.
1-1.
veces siete_.
;
1
~2".
10
·
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Por lo
cu~l,
el reino de los
~~·.~~-ir
c1elos es semeJante
á
un hombre
Y t7.
u .
rey, que quiso hacer cuentas con
Jo.
to.
4 0.
sus siervos.
24 Y comenzando á hacer cuentas,
le fué presentado uno que le debía
diez mil talentos.
25 Mas á éste, no pudiendo pa-
m
op.
s.
3t.
gar, mandó s u señor
11
Venderle, y
n
L'·· 25.39.
á
su mujer é
0
hijos, con todo lo
o
Ncb.
s. s.
que tenia, y que se
le
paga se.
26 Entonces aquel siervo, pos-
trado, le adoraba, diciendo: Señor,
, on. 2.24.
ten paciencia conmigo, y yo te lo
E r. 5 · 3 '–
pagaré todo.
q1Co.G. l6.
donareis de vuestros corazones
cada uno á su hermano sus ofen-
sas.
CAPÍTULO 19
Y
ACONTECIÓ que ' acabando
Jesús estas palabras, se pasó
de •Galilea, y vino á 'los términos
de Judea, pasado el Jordán.
2 Y le siguieron muchas gentes,
y los sanó allí.
3 Entonces se llegaron á él los Fa–
riseos, tentándole, y diciéndole:
¿Es licito al hombre "'repudiar á
s u mujer por cualquiera causa?
4 Y él respondiendo, les dijo: ¿No
habéis leído que el que
los
hizo al
principio, macho y hembra los hizo,
5 Y dijo: "Por tanto, el hombre
dejará padre y madre, y se unirá
á su mujer,
y
qserán dos en una
came?
27 El señor, movido á misericordia
de aquel siervo, le soltó y le per–
donó la deuda.
28 Y saliendo aquel siervo, halló
á uno de sus consiervos, que le
debía cien ' denarios; y trabando
de él, le ahogaba, diciendo: Pá–
game lo que debes.
6
Así que, no son ya más dos, sino
una carne: por tanto, lo que Dios
juntó, no
lo
aparte el hombre.
'"c~.\~.
1
~ .
7 Dícenle: .,.¿Por qué, pues, Moi-
•
oo.
20 . 2
sés mandó dar carta de divorcio,
Y
22.
19.
y
repudiarla?
29 Entonces su consiervo, pos–
trándose á sus pies , le rogaba, di–
ciendo: Ten paciencia conmigo, y
yo te le-pagaré todo.
30 Mas él no quiso; sino fué, y le
echó en la cárcel hasta que pagase
la deuda.
31 Y viendo sus consiervos lo que
23
8 Díceles: Por la dureza de vues–
tro corazón Moisés os permitió
repudiar á vuestras mujeres: mas
al
principio no fué así.
9
Y yo os digo que cualquiera que
repudiare á su mujer, sí no fuere
por causa de fornicación, y se ca–
sare con otra, adultera: y el que se
casare con la repudiada, adultera.