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que
equivocada(l1~ente,
hasta el m0¡mento de las de–
mostraciones del Dr. M acedo Pasto?', fueron toma–
dos po1' ot1'.os americanistas cormo otros tantos dio–
ses. Llega1'on dichos &mericanistas en su error a
converti1- Kon (Koñi, cálido) en el dios ad01-ado en
el N01'te del Perú (Señorío del Cht:m'l!t), al título
Pacharca1wtac {literal1nente: creador del M"lltndo) lo
convirtieron en el dios costeño, adorado en el Se–
ñorío de Cuismancu (Valles de L ima, Lurín, etc.).
Solamente lV!ax Uhle y Brinton se acercaron al
monotei~1no
del antiguo Perú, puesto en claro
f ilológicamente en
19
35 por el D1'. M acedo.
Pero la comp1-obación más evidente de la tesis
del Dr. Macedo ha venido a efectuarse con la .Publi–
cación hecha po1' el I nstit'l!tto de Etnología de Pa-
1'Ís del libro antes citado del indt:o C1'onista PrYwta
de Ayala que, en cuidadosa edición facs·imila1', es–
tá siendo co1'1!S'I!tltada po1' los estudiosos e historió–
g?'afos, P1'0d'l!táendo verdade?'as revisiones y acla–
mciones en el todavía no bt:en estudiado período
precolombino de la H istoria del Perú.
Paciente y C'l!tidadosa1nente trad'l!tcidos por el
Dr. M acedo Pastor esos facswniles en original que–
chua de p'l!tño y !etm de Pdma de A ·yala, res'l!tlta
plenamente p1-obado el
monoteis.mode la primitiva
1'eligión peruana que :va Pachacuti Salcamaylvua,
otro cronista indio, traducido ta:rmbién por el Dr.
Macedo Pasto?' atestigua y afirma de n·wdo 1'0ttm–
do y explícito; coincid·iendo, también, con esto el le–
xicólogo católico, jesuita, ,pad1'e Bertonio, citado
po1' el Dr. Macedo Pastor. Además, el importante
descubrimiento referente al n1.onotei.strno del anti–
guo Perú viene a 1'eforzar la tesis del b1'illante es-