COIKCIDENCL-\S GRA;\IA fiCt\LES Y LI:.:\ICOG!l,\FIC.\5
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el se11tlda de la raíz, se recorre en las mutaciones toda la es·–
cala vocal:
Arcwaco-Catapolítani:
-Siusí :
-Baré:
-Layana.. \Y,laná:
pi-taca-i
li-tcea-ca
i-tica-ni
te-toco-ti
te-tuca
cortar
A veces la vocal de
la
raíz puede
desempeíi.arel oficio
de determinante para especificar
el
sentido abstracto del ger–
men. Aún en Oceanía, a pesar del criterio equivocado de ftir .
Chu rchill, quien considera a las vocales como verdadero n ú–
cleo radical, encontramos las sigu ientes rnutaciones:
Mis) Sulu, Tagalog,
Magindanao, Dusun,
Pan1pang, Bontok:
JV!In) Panaieti ; Misima:
Mis) Bontok :
Bisaya:
Subanu:
PI
n)
M:10ri:
Samoa:
·Maori:
a-pa-t
cuatro
c-pa-t
i-pa-t
o-pa-t
u-pa-t
tapa-bi
cortar
en
pedazos.
tefe
cortar
tipi
cortar
tope
cortar en pedazos.
Reflexionando 5obrc
el
estado primitivo de la humanidad.
es fác il comprender que las primeras armas del protá ntropo,
para protegerse, ofendiendo al enemigo, fueron
el
palo }' la pie–
.dra; que posteriormente, aguzado aquél
y
groseran1ente ta–
llada
ést~,
diéronle una pica rudimentaria
y
un
puii.alo cu–
chillo bastante cficie:lte para herir de muerte; por último, com–
binados ambos- elementos, se hal ló en posesión de la lanza, dei
hacha, de
la
maza
y
más tarde de la flecha. El empleo del palo
aguzado con10 palo cavador, del hacha como inst rumento de