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res muchedumbres inmensas ele los más
<1 parta d o~
pu eblos ; por amor a Ella
Se
priva e l in dio del uni–
co pedazo de pan que podía ll eva r a su ham brien–
ta boca, para ahorrar una pequeña
limos na y ha–
cer celebrar un a misa en el Sant uario; a Ella an–
sían ten er po r
g~ l a
d'u'ra nt e la vida
y
por protec–
tora en la hora de la muerte; Ella es la
Jteyna, de Bolivia
y
el Perú de la América toda, y Ell a Reyna siem–
pre en las almas de sus fieles devotos.
Permaneció la qJilagrosa imágen en una pe–
queña capilla hasta que em la primera mitad del
siglo XVII fué trasladada al grandioso
y
monu·
mental templo que le hizo edificar el Virrey' Sr.
Conde de Lemos.
Estuvo este Santuario a cargo de los PP.
Agustinos hasta 1826, fué confiado a
los PP. Mi-"
sioneros franciscanos en
I
85
I;
y
mas tarde, en
1894, a los ' franciscanos de la Provinci a de
los
Charcas, que lo sirven actualmente .
' Es digno de admiración el ·espectáculo que
Copacabana ofrece en los
r
s
primeros dias de
agosto consagrados a celebrar las
festi vidades de
su amada Patrona. Grupos numerosos pe regrinos,
nos dice un testigo de vista (r), tanto de La P az
como de las demás ciudades y pueblos de Bolivia,
del PPrÚ y hasta de las lej anas provincias Argen-
-...,r,;....
(1)
M.
R.
P.
Fr. M'ariano Mart.i.n Gime no, ex-Ogmisario
General en Bolivia y ex Difinitor General de
la Orden. de
Frayles Menores.
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