'de ambos países, conducen, por último, dos he–
chos de actualidad, referidos por uno de los dia–
rios de Guayaquil ( '' El Grito del pueblo," núm.
2:
I·S6
).
Cuenta este diario, refiriéndose á su corres–
ponsal mexicano, que, en una excavación recien–
temente practicada cerca de la catedral de México,
se han hallado varios obfetos de oro y gran can–
tidad de cuentas
dejade,
piedra que sól se en–
cuentra en la China, lo cual corrobora [ Cfice] la
teoría de que los Astecas procedían de los chinos.
'· Quien da esta noticia agrega, para confirmar la
deduccwn, que telegramas recientes de Pekín ha–
cen saber que del saqueo que las fuerzas euro–
peas y· americanas han hecho de. los archivos.
han resultado documentos que prueban que, si–
glos antes de la era cristiana, los chinos habían
descubierto y conquistado una gran parte del con–
tinente americano, desde la península de Califor–
nia hasta la de Yucatán.- El jadeó diamante az·
teca viene ahora en apoyo del hecho."
En cuanto á ese jade [ qne es una piedra com ·
p~ta
de sílice, alú,mina, cai, potasa, sosa y óxido
de hierro ], serta pteciso averiguar si es la
nepkri–
tis,
que procede, realmente, de la China, como que,
en cantos rodados, se halla en el lecho de los to–
rrentes del Himalaya, ó el jade
oxiniano
de la
· Nueva Zelanda,
ó
la
saussurita
de
Córce~a ~
otros
lugares europeos, ó, finalmepte, una vanedad_, de
alguna comarca del Nuevo mundo. El examen de
esta cuestión concierne á los químicos, así como
á
etJ>tros químicos de la lingüística corresponde el
docto análisis idiomático y la síntesis
consig~i~n
te, para descubrir los elementos comunes y recom–
poner la inmensa variedad de lenguas que sirven
de vehículo al pensamiento humano.
El indagar si del Asia han provenido
Io.s