están muy a trasmano y por otras causas
y respectos, había mandado poblar y se po–
blase la dicha ciudad de Nuestra Señora
de La Paz en la dicha provincia del Collao,
y que el asiento de dicha ciudad, el trazo
de ellas se hiciese en la parte y lugar que
mas conveniente nos pareciese et que para
la población de dicha ciudad ellos estaban
Don Pedro de la Gasea.
nombrados et s-eñalados por vecinos de ella
et asimismo que estaban nombradas mu–
chas otras personas por vecinos de ella et
las cuales al presente no podían ser habi–
das para hacer cavildo y por estar como
~staban
en la ciuda'd de Lima y en
d
asien–
to de Potosí
y
en otras partes remotas, con–
venía al servicio de Su Majestad de nom–
brar alcaldes et regidores y los otros ofi–
ciales necesarios para ·entender en la traza
y población de la dicha ciudad, y en admi–
nistrar justicia y en otras cosas necesarias
y convenientes al servicio de su Majestad
et para evitar muchos daños, robos, fuer–
zas, agravios que se han hecho, et facer
por esta provincia del Collao, han si a los
naturales como otras personas a causa de
no haber habido justicia que lo remedie y
aún que para lo susodicho convenía estar
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juntos la mayor parte de los vecinos, como
está dicho no podían s-er habidos. Et satis–
fechos los susodichos todos los dichos se–
ñores lo firmaron aqui de sus nombres y
mandaron a Pedro de Azebedo que pre–
sente estava que de ello de fé y testimonio.
Alonzo de Mendoza. -
Juan de Vargas. -
Alonzo de Sayas. -
Francisco de Barrio-
Alonso de Mendoza, fundador
y
primer
corregidor de La Paz.
nuevo. -
Fernando de Vargas. -
Diego
Alemán.- Martín de Olmos. -
Francis–
co de Cámara. -
Diego de Castilla. -
Francisco de Herrera Girón. Fuí pres·ente.
-
Pedro de Azebedo. -
Escribano de
S. M."
Al día siguiente pusiéronse en marcha
los fundadores y después de un recorrido
de 25 kilómetros, más o menos, aportaron
a la cima del Chuquiapu, que debía lla–
marse
Alto de Lima,
y en el que debía le–
vantarse una columna; descendieron a la
hoya del Chuquiapu y quedaron instalados
en la planicie de
Churupampa~
entregán–
dose .al descanso en tan ameno lugar, y·que
valía la pena después de
t~ntas
fatigas.
Volvió a reunirse el Cabildo el día 23,
suscribiendo una segunda acta, por la que