CAQUINOORA
(Paca/es).
Iglesia de la parroquia de Santa Bárbara, en Caquingora. Esta población fué antigua–
mente la capital de Pacajes. En primer plano el Cabildo, con las esposas e hijos de las autoridades indígenas.
Callapa, Calacoto, Nazacara, Berenguela,
todos los cantones tienen un santo patrono
y,
con este motivo, celebran ferias anuales.
Es intenso el intercambio comercial con
lngavi
y
Aroma, provincias colindantes,
proporcionándoles sal
y
objetos de cobre.
A su vez, de aquéllas vienen la cebada en
grano, habas tostadas,
tunta,
queso
y
otros
productos.
A La Paz, se envía constantemente, des–
de varias estaciones: combustibles, sal en
panes, piedras labradas, cal, estuco, etc.
De La Paz, en cambio, vienen otros artícu–
los de consumo como: harina, arroz, azú–
'car, cerveza, cigarrillos, ropa cosida, pa–
pelería, gasolina, kerosene, grasa para ro–
dados, etc.
Corresponde a la renta pública la per–
cepción de impuestos sobre la exportación
de barrillas de cobre de Corocoro, que,
utilizando la vía Arica-La Paz, se embar–
can en Arica, rumbo a los Estados Unidos .
de Norte América.
CONTROL ECONóMICO OFICIAL
Existe una oficina de la Aduana Nacio–
nal en Charaña, estación próxima a la
frontera con Chile, que tiene un apre–
ciable movimiento económico. Dependen de
ella los puestos de resguardo de Berengue–
la, Achuta, Chinocave, Río Blanco
y
otros,
que tienen por objeto impedir el contraban–
do. Antes de 1914, el puerto de Nazacara,
sobre el río Desaguadero, era el punto de
embarque de las barrillas de cobre
y
don–
de se hacía el control oficial, pero a raíz
de la inauguración del ferrocarril Arica–
La Paz, cambiaron las cosas. Para la re-
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