trias que existen desde la época colonial.
En Corocoro y en ciertas comunidades de
los alrededores, como
Saitu, Callirpa, Y a–
ribay,
etc., los obreros llamados "lekeris"
se dedican a la forja del cobre, para lo
que utilizan el cobre nativo, sea de
char–
ques
o cobre viejo, fabricando hermosos
objetos, que son expendidos a lo largo del
F. C. Arica-La Paz. Son famosas las "pai–
las" hechas en Corocoro.
La paja brava, que, actualmente, sólo se
utiliza para fabricar piolas, podría dar lu–
gar a una buena industria de .cestería y
fabricación de papel. Asimismo, la excelen–
t~
industria de los tejidos de lana, incremen–
tada convenientemente, sería una gran fuen–
te de ingresos.
También existen grandes yacimientos de
carbonato de calcio, razón por la que ha to–
mado incremento la elaboración de cal y
estuco, materiales de
q~e
se hace mucho
consumo en La Paz. Como posibilidad
Y.
dada la existencia de caolín en mantos con–
siderables, podría ensayarse la fabricación
de la loza. Se hacen estudios para la fabri–
cación
de
cemento en Gral. Pando, por en–
contrarse en la región la materia prima re–
querida
a~
objeto.
Otra posibilidad económica, constituirá
el envase de aguas gaseosas naturales, espe–
cialmente en Charaña, donde actuall?ente
trabaja una pequeña fábrica, que no alcan–
za a abastecer el consumo local.
.A lo largo del río Mauri, existen fuentes
termales, cuyo análisis acusa propiedades
terapéuticas para el reumatismo y las en–
fermedades venéreas. Podría, pues, esta–
blecerse balnearios populares que darían
lugar a una corriente de turismo hacia
aquella región, que ofrece paisajes her-'
mosos.
En Achiri hay en estado incipiente, una
pequeña industria de fabricación de tubos
para alcantarillas. Convenientemente en–
sanchada daría lugar a un nuevo renglón
de beneficios económicos.
· Finalmente existe una industria en po–
tencia, la que ha sido revelada por estudio!;:
geológicos: la del petróleo. En
1909,
unos
ingenieros mexicanos descubrieron, cerca
de Calacoto, yacimientos de dicho aceite
mineral. Inclusive se hicieron concesiones.
Se organizaron dos compañías: "Hullun–
cayani" y '·'Compañía Unión Calacoto",
pero la falta de pago al Estado de patentes
devengadas por valor de Bs.
120.000,–
paralizó los trabajos.
COMERCIO Y FERIAS
La actividad económica primordial de la
provincia, gira en torno a
l~s_
actividades
mineras de Corocoro, que dan trabajo a
cerca de
800
obreros y empleados, al par
que un intenso movimiento comercial a la
capital de Pacajes. Los domingos, días de
mercado, afluyen a Corocoro los campesi–
nos de todas las comunidades. llevando pa–
tatas, carne de cordero, lana, sal, etc., a
cambio de abarrotes en general. La ciud'ad
ofrece un aspecto pintoresco, matizado de
colores alegres. Las mercancías se extien–
den en la calle y la plaza principales.
A lo largo del ferrocarril, · el comercio
de combustibles, es muy activo: embarques
de bodegas enteras de carbón vegetal, que–
ñua, thola a prensada y yareta y piedra la–
brada de Comanche, con destino al merca–
do de consumo, que es La Paz.
Juntamente con las fiestas religiosas que
se efectúan en cada cantón, tienen lugar las
ferias locales. Por ejemplo, la del 17 de
enero, en Caquiaviri; la de San Andrés, en
Topoco, etc. Ellas motivan la concentra–
ción tradicional de grupos de bailarines in–
dígenas, que ofrecen interesantes temas al
escritor y al pintor. Con motivo de la feria
local, se exhiben en la plaza del cantón,.
objetos de alfarería, bayetas de la tierra,.
arados fabricados por los campesinos, se–
millas,
pito
de cañahua, habas secas, ce–
bada en grano, etc. Y, conforme a la cos–
tumbre del intercambio, aparecen también,
procedentes de las tierras cálidas, frutas
y
diversos productos.
Ulloma, Achiri, Santiago de Machaca,.
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