Table of Contents Table of Contents
Previous Page  385 / 678 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 385 / 678 Next Page
Page Background

actual

y

también en años recientes, la pro–

vincia Sicasica ha dado a la Patria muchos

de sus hombres más célebres y conspicuos,

tanto civiles como militares; y en la guerra

última del Chaco, es una de las circunscrip–

ciones que mayor porcentaje de combatien–

tes enviaron a las áridas llanuras del sud–

este.

Se tiene memoria de que el notable je–

suíta y eminente filólogo Ludovico Berto–

nio, autor de una "Gramática Aimara" no

superada hasta hoy, vivió muchos años en

Sicasica. Un insigne precursor de la Inde–

pendencia, alma y nervio de la revolución

de julio de 1809, el presbítero José Anto–

no Medina, fué cura párroco de Sicasica en

la época en que se desarrollaron esos acon–

tecimientos. El protomártir, jefe supremo

de la citada revolución, don Pedro Domingo

Murillo, nombrado por el Cabildo Gober–

nador Intendente y Capitán General, nació

en el pueblo de Suri, donde ha sido halla–

da su partida de bautismo. El egregio Ge–

neral José Ml. Pando, ex-Presidente de la

República, fué nacido en Araca, provincia

Loayza de hoy. El ilustre estadista, mili–

tar y político, coronel Eliodoro Camacho,

héroe del Alto de la Alianza, era oriundo

de lnquisivi. El joven centauro capitán Jo–

sé Agustín Castrillo, una de las glorias

auténticas de la campaña del Chaco, vió

la luz en el pueblo de Sicasica, así como

el insigne minero y hombre de empresa

don Narciso Otero, bisabuelo del conocido

escritor don Gustavo Adolfo Otero, etc.

Sería extenderse demasiado el consignar

la nómina completa de los ciudadanos

ilustres, de las familias antiguas y presti–

giosas y de los jóvenes que luchan hoy

por abrirse paso, oriundos todos de la pro–

vincia, tanto de la capital como de los can-

Columnas de la portada de la iglesia de Villa

Aroma (Sicasica).

tones, que honran a este jirón del suelo

patrio. Hay entre ellos escritores, profeso–

res de Universidad, maestros normalistas,

militares, sacerdotes, industriales y hom–

bres de negocios meritorios. En el elemen–

to indígena, se destaca la gran figura re–

volucionaria del Tupaj-Catari (Julián Apa–

za, nacido en Ayoayo) autor del inolvida–

ble cerco de La Paz allá por el año 1780.

El caudillo indio, cual un nuevo Espar–

taco, hizo temblar por muchos meses el po–

derío peninsular en América, pretendiendo

restaurar el trono de los incas en acuerdo

con Tupaj-Amaru, último descendiente de

los soberanos del Cuzco.