Table of Contents Table of Contents
Previous Page  356 / 678 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 356 / 678 Next Page
Page Background

Pictografía del Gran Makuri.

P. Sarmiento, cura de aquella doctrina, y

puso diligencias por descubrir la verdad.

Encontró, en efecto, enterradas las tres pie–

zas de una cruz de madera, dos clavos de

cobre y una plancha y abrazadera del mis–

mo metal. Años después, al pasar por Ca–

rabuco, el obispo de La Plata, Ramírez de

Vergara, halló el tercer clavo, que lo guar–

dó para sí hasta su muerte. El presidente

de Charcas Maldonado, lo recogió entonces

Y se lo llevó a España. Cuando se dividie–

ron los obispados, la cruz fué partida a

sierra, y así se hicieron dos: una quedó en

el templo de Carabuco, y otra pasó a la Ca–

tedral de Chuquisaca". Los cuadros anti–

quísimos que hay en la iglesia de Carabuco

reproducen detalles que se relacionan con

el origen de esta reliquia.

Durante el período de la emancipación,

la provincia Camacho fué también escena-

Cu~bre

de "Huallpa-cayo", de donde se bifurcan los

cammos a ltalaque-Mocomoco-Chuma-Ayata y Charazani.

rio de luchas ardientes, cuando las famosas

guerrillas precursoras de la Independencia.

No sólo que buena parte de su población

se sumó a las filas de Ildefonso de las Mu–

ñecas, sino que el cerro de Huallpacayo

fué escenario de verdaderas batallas, pues

el heroico guerrillero habíalo convertido en

su fortaleza. Allí ofreció porfiada resisten–

cia a los realistas, hasta obligarlos a con–

tramarchar hacia La Paz, en busca de ma–

yores contingentes. Es, pues, una montaña

realmente histórica.

Otros lugares de significación histórica

serían la

Pucara

y la

Chullpa

de Escoma ,

correspondientes al período pre-incásico;

los chullpares situados en

Huarcamarca,

a

cinco leguas de Mocomoco, que contienen,

igualmente, monumentos funerarios anterio–

res a los incas; el montículo de

Chunchu–

amaya,

a 4 y media leguas de

Moco~oco,

donde fueron sorprendidos y exterminados

los indios

Chunchus

que pretendían pe–

netrar en tierra del Collao; se dice que

sus restos yacen bajo aquel montículo.

De otro lado, hay que citar los templos de

ltalaque, Escoma y, sobre todo, el de Ca–

rabuco, valiosos monumentos de estilo ba–

rroco. El de Carabuco contiene hermosos

cuadros murales, artística platería en el al–

tar y techumbre de maderas finas. Por ley

de la República fué declarado monumento

nacional.

Vista de una región de Escoma con el lago Titicaca_

268