Pictografía del Gran Makuri.
P. Sarmiento, cura de aquella doctrina, y
puso diligencias por descubrir la verdad.
Encontró, en efecto, enterradas las tres pie–
zas de una cruz de madera, dos clavos de
cobre y una plancha y abrazadera del mis–
mo metal. Años después, al pasar por Ca–
rabuco, el obispo de La Plata, Ramírez de
Vergara, halló el tercer clavo, que lo guar–
dó para sí hasta su muerte. El presidente
de Charcas Maldonado, lo recogió entonces
Y se lo llevó a España. Cuando se dividie–
ron los obispados, la cruz fué partida a
sierra, y así se hicieron dos: una quedó en
el templo de Carabuco, y otra pasó a la Ca–
tedral de Chuquisaca". Los cuadros anti–
quísimos que hay en la iglesia de Carabuco
reproducen detalles que se relacionan con
el origen de esta reliquia.
Durante el período de la emancipación,
la provincia Camacho fué también escena-
Cu~bre
de "Huallpa-cayo", de donde se bifurcan los
cammos a ltalaque-Mocomoco-Chuma-Ayata y Charazani.
rio de luchas ardientes, cuando las famosas
guerrillas precursoras de la Independencia.
No sólo que buena parte de su población
se sumó a las filas de Ildefonso de las Mu–
ñecas, sino que el cerro de Huallpacayo
fué escenario de verdaderas batallas, pues
el heroico guerrillero habíalo convertido en
su fortaleza. Allí ofreció porfiada resisten–
cia a los realistas, hasta obligarlos a con–
tramarchar hacia La Paz, en busca de ma–
yores contingentes. Es, pues, una montaña
realmente histórica.
Otros lugares de significación histórica
serían la
Pucara
y la
Chullpa
de Escoma ,
correspondientes al período pre-incásico;
los chullpares situados en
Huarcamarca,
a
cinco leguas de Mocomoco, que contienen,
igualmente, monumentos funerarios anterio–
res a los incas; el montículo de
Chunchu–
amaya,
a 4 y media leguas de
Moco~oco,
donde fueron sorprendidos y exterminados
los indios
Chunchus
que pretendían pe–
netrar en tierra del Collao; se dice que
sus restos yacen bajo aquel montículo.
De otro lado, hay que citar los templos de
ltalaque, Escoma y, sobre todo, el de Ca–
rabuco, valiosos monumentos de estilo ba–
rroco. El de Carabuco contiene hermosos
cuadros murales, artística platería en el al–
tar y techumbre de maderas finas. Por ley
de la República fué declarado monumento
nacional.
Vista de una región de Escoma con el lago Titicaca_
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