Don Rigoberto Paredes, al referirse a
los demás detalles, dice: "El 'trono de la
Virgen de frente al Lago y espaldas al
cuerpo de la iglesia, descansa sobre un
pe–
destal giratorio de plata, en forma de li–
rio, que facilita volver la imagen a uno y
otro lado. Una amplia ventana frente al
trono, deja penetrar junto a la luz los cam–
biantes reflejos del sol a través de vidrios
de colores, dando magníficos tonos al ros–
tro de la venerada imagen".
Tanto al Altar Mayor, que es de roble y
nogal tallado, como el tronco del camarín
presentan gruesas láminas de plata la–
brada.
Junto al edificio se encuentra, ocupando
un lado bastante extenso, el convento de
los Padres Franciscanos a cuyos cuidados
y devoción está la tradicional imagen, así
como sus enormes nquezas.
El santuario cuenta con dos locales am–
plios denominados hospederías, que, como
su nombre indica, sirven para albergar pe–
regrinos. Fueron donados por Patricio de
la Cueva, vecino de Arequipa a mediados
del siglo XVIII, con el fin que hasta aho–
ra se le asigna.
VIDA RURAL
Siendo toda la provincia esencialmente
agrícola y ganadera, un grueso porcentaje
de sus habitantes se dedica a las labores
propias del campo, habiéndose notado en
Plaza del pueblo de Santiago de Huata.
los últimos tiempos en la clase indígena
un acentuado deseo de alfabetización, as–
piración que ha merecido estímulo por
parte de las autoridades del Estado. De
este modo fueron instituídas escuelas indi–
genales con resultados bastante positivos,.
aunque después fué desvirtuando el con–
cepto debido a influencias extrañas.
Monumento al mariscal Andrés de Santa Cruz, en la
plaza del mismo nombre, en Achacachi, capital de
Omasuyos.
En primer término, por las proyecciones
que tuvo, se destaca
Huarizata.
Luego, las
distintas escuelas evangélicas.
PARTE HISTóRICA
ORIGEN HISTóRICO Y ESTADO PRE-COLONIAL
La provincia Omasuyos, en sus oríge–
nes, se remonta a los primeros tiempos de
la Historia de América. La tradición y la
Vista de la capital Achacachi.
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