Las granizadas apenas tocan las capita–
les una o dos veces por año y sin violencia;
las nevadas o las escarchas no alcanzan este
límite ni durante el pleno invierno.
Casi todo el año, en las horas del ama–
necer, el aire se satura y cubre el suelo
con una delgada capa de neblina, que
d~posita sus tenues gotas sobre las hojas. La
humedad relativa media del aire viene a
ser de 79
%
anual, de acuerdo a los si–
guientes porcentajes mensuales:·
Enero ..
87 '%
Julio .
..
72 %
Febrero .
85 %
Agosto
..
73 %
Marzo ..
84%
Septiembre .
75%
Abril .
79 %
Octubre .
77%
Mayo
75 %
Noviembre
81
%
Junio
73 %
Diciembre .
84%
Esta humedad, más la cantidad de llu–
vias que caen, dan considerable fertilidad
al suelo yungueño. Predominan los vientos
locales de la cordillera hacia la vega o vi–
ceversa, en forma de corrientes moderadas
que avanzan a poca velocidad, las cuales
soplan durante los meses de agosto
y
no–
viembre.
En cuanto a la presión barométrica, pa–
ra aquellos lugares que están a
1.75~
me–
tros de altura, (según datos del Vivero
Agrícola de Chulumani), se registra un
promedio anual de 630 centímetros al ba–
rómetro, con un mínimo de 619 hacia el
mes de julio y un máximo de..634 hacia di–
ciembre.
Alrededores de Chulumani.
En la tercera zona, la tropical, los fenó–
menos atmosféricos se suceden de acuerdo
a la existencia de grandes bosques y a su
alejamiento de la cordillera, prevaleciendo
así la influencia de la zona tórrida, a la
cual pertenece Bolivia. De tal manera, la
temperatura anual media es de 24
o
C. a
la sombra, y tiene menores variaciones que
en las vegas en cuanto a las diferentes al–
turas del terreno, presentando sólo cambios
determinados por las estaciones.
Entre los vientos, figuran preferentemen–
te los alisios, que llegan del oriente, toman–
do la· dirección de SE. a NE.
Las lluvias son más frecuentes e intensas
que en la anterior región, pero iguales en
su manera de presentarse, varias veces con
fuertes tempestades y descargas eléctricas.
El aire es más húmedo que en las otras
dos primeras zonas, sobre todo en el inte–
rior de la arboleda, donde flota un vaho
caliente y casi pegajoso, el cual enmohece
rápidamente los metales y obstruye el ma–
nejo de los instrumentos de precisión.
FLORA
En las alturas, que en la primera zona
pasan de 3.500 metros, la vegetación espon–
tánea está constituida por la paja brava y
unos pocos arbustos muy raquíticos y los
productos cultivados (por los alrededores
de Lambate) son la papa, la oca, la papa
lisa~
la quinua, la cebada y las habas. En
los sitios protegidos de los fríos vientos
andinos, se planta, además, eucalipto, sau–
ces, pinos y flores adecuadas a este clima,
así como algo de frutillas, maíz, peras y
legumbres.
Dentro de la segunda zona, tenemos, pri–
meramente, la región templada de los valles,
donde comienza la vegetación arbores–
cente con bosquecillos de árboles poco resis–
tentes pero útiles para combustibles, y donde
se cultiva en pequeña escala uvas, duraz–
nos, tunas, manzanas, higos, hortalizas y le–
gumbres. Seguidamente, en las vegas, o sea,
por abajo de los 2.000 metros sobre el ni-
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