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propios para los cultivos, y en los sitios

donde se descubren algunas rocas, ellas

muestran, igual que en las vegas transan–

dinas, su calidad preponderante de rocas

calcáreas, es decir, piedras color rojizo,

plomizo o blancuzco, de constitución bas–

tante suave, que rayan casi como tiza y

son de fractura irregular. A veces llevan

pequeñas incrustaciones de cuarzo destro–

zado y, finalmente, en los ríos, se hallan

grandes cantos rodados de granito y pie–

dras silícicas, procedentes de la cordillera.

RELIEVE

Tomando aisladamente la provincia Sud

Yungas, tenemos tres zonas geográficas, de

acuerdo a la naturaleza del terreno.

La primera, zona

cordillerana~

con las

pequeñas y pocas mesetas que tiene, abarca

todo el espacio comprendido entre la línea

de las cumbres de los Andes y otra línea

que sigue por las alturas desnudas y frías

de las proximidades de las capitales. yun–

gueñas, formando una especie de triángulo,

en cuyo interior se hallan escarpadas mon–

tañas de roca, frecuentemente cubiertas de

nieves eternas. Sus elevaciones van desde

los 3.500 metros sobre el nivel del mar

hasta los 6.500 metros, que registra el ma–

jestuoso Illimani, donde se inicia una hilera

de cumbres limítro_fes de Sud Yungas, con

Un puente sobre el río Taquesi. Chulumani.

el

Mururata,

a 6.180 metros de elevación,

y los colosos

Taquesi, Chicani

y

Huaylla–

ra,

a menores alturas. La superficie de es–

ta zona puede calcularse en unos 900 km.

2

,

de los cuales la mayor parte son serranías

abruptas y rocosas, inútiles para la agricul–

tura, pero bastante ricas en minerales.

A manera de transición, los valles se ha–

llan en peqtieños sectores de los alrededores

de

Lambate, Taca

y

Parihuaya,

por las de–

presiones que forma el curso del do

Chun–

gamayo.

Después, en el resto de esta se–

gunda zona, no encontramos más valles

verdaderos, porque la caída de la cordille–

ra se efectúa demasiado bruscamente y la

transformación es rápida entre las frígidas

alturas y los cálidos bajíos. El descenso de

los Andes es casi rectilíneo, por gigantes

precipicios, y muestra enormes diferencias

de nivel en cortos trechos. Así comienza la

segunda zona sudyungueña y termina a cin–

co leguas hacia el este de Chulumani, en las

altas serranías boscosas del horizonte, abra–

zando una superficie aproximada de 800

km.

2

Esto es lo que se conoce propiamente

con el nombre de Yungas. Es un conglome–

rado de serranías sucesivas, cúyas eleva–

ciones sobre el nivel del mar van de los

1.000 metros en el lecho de los grandes

ríos, a los 3.000 metros, en las cúspides de

los contrafuertes.

La tercera, zona tropical, abarca desde

el horizonte boscoso de Chulumani hasta el

límite de Sud Yungas con el departamento

Beni, o sea, toda la inmensa región del nor–

te de la provincia, con una superficie apro–

ximada de 5.300 km

2

Su suelo continúa

accidentado, pues a partir de los 2.800 me–

tros de altura que tienen dichas cumbres

boscosas, las serranías no mueren ahí cer–

ca, sino efectúan una caída lenta hasta per–

derse junto al río Beni, donde comienzan

los primeros llanos. Sólo en

Huachi,

a 34

leguas de Chulumani, encontramos las

grandes planicies del oriente, mientras que

en el interior de esta tercera zona hallamos

nada más que algunos planos relativamente

pequeños, de cuarta a una legua cuadrada,

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