El tributo
S. MATEO
22
á César
6
Y otros, tomando á sus siervos,
21
Dícenle: De César. Y díceles:
los afrentaron y los mataron.
"Ro.
13.
1.
ªPagad pues á César lo que es de
7 Y el rey, oyendo
esto,
se enojó;
César, y
á
Dios lo que es de Dios.
y enviando sus ejércitos, destruyó
22
Y oyendo esto, se maravillaron,
á aquellos homicidas, y puso fuego
y dejándole se fueron.
á
su ciudad.
8
Entonces dice á sus siervos:
b
º"·
3.
1
23
Aquel dia llegaron á él los bSa-
Las bodas á la verdad están apare- i1'.
6
i2
1
'
6
'
duceos, que dicen no haber resu–
jadas; mas los que eran llamados
H~\~·
1
rrección, y le preguntaron,
no eran •dignos.
~
23.
6-8.
24
Diciendo: Maestro, Moisés
9 Id pues á las salidas de los
·~r-tt
dijo: dSi alguno muriere sin hijos,
caminos, y llamad á las bodas á
dDÍ.25.5.
su hermano se casará con su mujer,
cuantos hallareis.
y ' despertará simiente á su her-
10
Y saliendo los siervos por los
mano.
caminos, juntaron á todos los que
25
Fueron, pues, entre nosotros
hallaron, juntamente "malos y bue- •
ºf"
13. 38. siete hermanos: y el primero
nos: y las bodas fueron llenas de
~
25. 2.
tomó mujer, y murió; y no teniendo
convidados.
generación, dejó su mujer á su
11
Y entró el rey para ver los con-
hermano.
vidados, y vió allí un hombre tno
fl•.
si.
10.
26
De la misma manera también
vestido de boda.
Ap.
19
·
5
·
el segundo, y el t ercero, hasta los
12
Y le dijo: Amigo, ¿cómo en-
siete.
traste aquí no teniendo vestido de
27
Y después de todos murió
boda? Mas él cerró la boca.
también la mujer.
13
Entonces el rey dijo á los que
28
En la resurrección pues, ¿de
servían: Atado de pies y de manos
cuál de los siete será ella mujer?
tomadle, y echadle en las tinieblas
porque todos la> tuvieron.
de afuera: •allí serli el J.\óro y el
o
CJ).
8.
12.
29
Entonces respondiendo Jesús,
crujir de dientes.
h
Ja.
20.
9.
les dijo: Erráis hJgnorando las Es-
14
Porque 'muchos son llamados,
'º"·20.16.
crituras,
y
el poder de Dios.
y pocos escogidos.
30
Porque en la resurrección, ni
los homfüies tomarán mujeres, ni
15
EntoncesJdos los Fa_'"iseos,
~
1
Jo.
a.
2. las mujeres maridos; mas lson
kconsultaron cómo le tomarian en
k
Af.'.:a}2.
como los ángeles de Dios en el
alguna
palabra .
L.
20.
cielo.
16
Y envian á él los discípulos de 2
0-
35 .
31
Y de la resurrección de los
ellos, con los 'Herodianos, dicien-
1
~1~
ªia6
muertos, ¿no habéis leído lo que
do: Maestro, sabemos que eres
y
•
·
os es dicho por Dios, que dice:
amador de la verdad, y
que
en-
32
Yo soy el Dios de Abraham,
señas con verdad el camino de
mJt
~- ~
2
"'y
el Dios de Isaac, y el Dios de
Dios, y
que
no te curas de nadie, º · · · Jacob? Dios no es Dios de muertos,
por que no tienes acepción de per-
sino de vivos.
sona de hombres.
33
Y oyendo esto las gentes,
17
Dinos, pues, ¿qué te parece? ncp. 7.28. nestaban atónitas de su doctrina.
¿es licito dar tributo á ºCésar, ó
•Lo.
a.
i.
no?
34
Entonces los Fariseos, oyendo
18
Mas Jesús, entendida la ma-
que había cerrado la boca á los
licia de ellos,
les
dice: ¿Por qué
Saduceos, se juntaron
á
una.
me tentáis, hipócritas?
v
Lo. lO.
2s
35
Y preguntó uno de ellos,
"in-
19
Mostradme la moneda del tri-
~susl
5
•
térprete de la ley, tentándole y di–
buto. Y ellos le presentaron un
y
i.i.
3.
ciendo:
denario.
36
Maestro, ¿cuál es el manda-
20
Entonces .les dice: ¿Cúya es
miento grande en la ley?
esta figura, y lo que está encima •
Dt.
6.
5.
37
Y Jesús le dijo: •Amarás
al
escrito?
L e.
10
·
21
•
Señor tu Dios de todo
tu
corazón,
28