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J.
Imbelloni: Pachakuti IX
español del período clásico. A esta saga es debido el sensible
efecto ejercido sobre la última porción del Inkario, que se ma–
nifiesta en la aparente consolidación del personaje de Pacha–
kuti IX, el cual, a pesar de ser fabuloso, se presenta provisto
del más abundante acervo de materiales histórico-biográficos.
No son desconocidos esta clase de absurdos en la crítica
histórica de las épocas homólogas de que hablábamos ·en las
primeras líneas de esta Conclusión. Si el crítico ha puesto
en evidencia que el de los monarcas romanos que fué creado
por último, Servius Tullius (véase K. W. Nitzsch en Pauly:
Realencyklopaedie
VI, 1104 sgg.; B. Niese:
Handbuch,
II, 3),
es también el mejor dibujado y el que posee un historial más
denso de hazañas y obras (algunas que llevan su nombre.,
especialmente las edilicias, son visibles aún hoy día), de nin–
gún modo podría oponer objeciones a lo que formulamos con
respecto a la lista peruana del Inkario, esto es, que Pachakuti
IX, el monarca creado por último por la tradición, es igual–
mente el que cuenta con mayor copia de elementos biográ–
ficos, obras y hazañas.
Tales absurdos sólo son aparentes, y conviene abordarlos
con severa disciplina. Por lo que concierne al ejemplo peruano,
medítese, por empezar, que cada uno de los personajes ape–
llidados Pachakuti, repartidos con regularidad geométrica
en la lista larga, al final de cada Milenario de la historia pe–
ruana antigua, nos es transmitido con un historial que ha
absorbido en todo o en parte la biografía de ese personaje
digno de Calderón. En otras palabras, se observa que para
revestir de carnes y personalidad a los fantoches levantados
en el justo lugar cronológico de los Pachakuti· propiamente
dichos, o 'milenarios', se ha empleado la saga del Yupanki,
compuesta de motivos en cierto modo reales, pero en mayor
parte míticos y sentimentales, que representan en la inte–
gridad de la historiografía nativa un modelo de narración
heroica comparable a lo que fué en la Edad Media la sincresis