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PROLOGO
...
Después d_e haber escrito ((UNA EPOPEYA INDIA" -histo-
.
ria, religión y costumbres de los araucanos de Chile-, mi
pensamiento se dirigió, naturalmente, hacia otros indígenas
que cono,cí en
1931,
a raíz de mi primer regreso a Chile:. los
quichuas del Perú. ¿Por qué no hacerlos conocer también?
Pero, para realizar este
propósito~
debía volver a ver,los, es-.
tudiarlos, interrogar a sus misioneros, consultar las obras
publicadas y reunir los documentos necesarios para .presen–
tarlos a mis lectores. Mas, ¿cómo podría hacerlo?
Y he aquí que
én
1939
se rne presentó la ocasión. Hal.lán-
-
dome en Francia, pro,nto a zarpar rumbo a América del Sur,
podría desembarcar primero en el Perú.
Dlegué ·en el mes . de mayo, y, con este propósito, me di–
rigí a la Bib.1ioteca de la Universidad de Lima, donde me
dediqué a registrar los archivos. Al cabo de una semana
abandoné esta tarea. Ante tantos libros sobre los incas y su
época, comprendí que era imposible exponer su historia y
sus costumbres sin repetir _lo que ya de ellos se sabe. Por
consiguiente, no me quedaba sino restringirme a lo,s
qu~chuas
modernos.
.
Y así fué cómo en el mes de junio el tren me condujo,
de valle en valle, hasta el mismo corazón ·de la cordillera,
do,nde, en pleno centro indígena, se halla. nues,tro convento
de H_uanta. Allí, durante meses 1ne dediqué a documentarme,
-
visitando las chozas, conversando co,n mis colegas, con los
mestizos, ,zas autoridades locales y
los profesores;
luego
consulté revistas
y
publicaciones que describían la vida de
los quichuas, sus leyendas y sus
ca.nto,s~
sus fiestas y sus su–
frimientos. De regreso a Lima, completé allí mi documenta-
-
ción, y después de seis meses de ardua .labor, proseguí mi via–
je, dispuesto a escribir este lib-ro que hoy presento al público.
Los quichuas viven -desde su nebuloso, origen___,...., dentro
de un marco de vida y mentalidad propias, en su
p~ropio
sen-
,tido religioso ___ y su tra.dicionalismo. ¡Son muy diferentes de
los arctucanos de Chile!
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