CARLOS CAMII'IIO CALDE.R0N
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radícío.nes qe
T
ru;íllo
Acaba de publicarse la
·~egunda
entrega de las "Tradiciones
de Trujillo", la interesantísima obra de
~arios
Camino Calderón
en la que el autor resucita el' pasado de la gloriosa ciudad nor·
teña.
No intentamos
detem.os
sob.rela personalidad literaria de
Carlos Camino Calder ón. Sólo diremos que ella
~e
impuso pu–
jante e indiscutible, desde su primera obra: aquella admirable
"Cruz de Santiago", de la que el más· exigente crítico de la Uni–
versidad de
San
Marcos, el doctor José Jiménez Borja, dijo des–
de las columnas de "La Prensa", en un arranque de entusiasmo:
"Mientras no se haga la gran novela de evocación colonial que
se espera de las letras peruanas, "La Cruz de Santiag·o" será de
las pocas cosas que hay para enseñar".
Dle~pués,
Camino Calderón ha sabido mantenerse · en su
puesto, al lado de
lo~
más ilustres escritores de América. ·"El A–
necdotario de los Libertadores", "El Daño"·
~ue
según Luis
Alayza Paz Soldán, es una de las mejores novelas americanas,
comparable a "La Vorágine" y
a "Don Segundo Sombra"-,
"La
Ilusión de Oriente", etc., son bellísimas páginas de historia
y
de folklo:r:e donde palpita el alma de muchas regiones del Pe–
rú, y que han nacido con el signo de la perduración.
Concretándonos a la obra que acaba de aparecer, decimos
que lo antiguo y lo moderno se ensamblan
maravillosament~
en
élla, para producir cuadros llenos de vida y movimiento en los
que campean .connotados personajes de antaño
y
hogaño. Todo