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PROLOGO
Como el alemán del cuento, Carlos Camino Calderón
debió acaso dar ·a este nuevO' libro suyo
el
título de '"Introduc·
ciói't al estudio
de ......... ".
No, por cierto, al estudio de las
patas de una mosca. Su libro recoge una eolección
libérrima
de
mo~os,
_refranes; máximas, ·apotegmas y otras expresiones del
idioma popular peruano.
.
Al~·Os
de estos motivos son hist6ricos, recordando epi–
sodíos imborrables, lejanos o recientes. Otros sqn geográficoS-,
con alusipnés a bUl'las, apodos o prejuicios locales.
No
fal~
Jos
dichos_ gastron6micos lo médicos - medicinales, los que aludeñ
a. burros, caballos, toros, gallos, añaces
~
otros animales inclu–
yendo el fabuloso carbunclo, los vitivinicultores, los jarani&tas,
los eróticos, los coreQgráficos y hasta los litúrgicos.
lgnoro cuál sea el cargo público desempeñado por mi
· eminente amigo Carlos Camino Calderón; pero, por lo. que dice
en
la
dedicatoria al ex :Ministro Moreyra y por lo
q~e
revela en
el libro, ha estado_curioseando mucho tiempo entre
.la
gente del
pueblo, la de ."medio pelo" y la de rompe y rasga en todo el
· país. (Me permitiñí . el lector .Que, en secreto, le diga mi opinión
que el autor está más a sus anchas con los cholos y
mestizo~
del
Norte).
Se
podría, para Camino Calderón, crear el cargo, ya pro–
visto en
la
época de los Incas, de '-'Tukrikuk", el que todo lo
vé. Sin embargo, en este caso, sería "el que todo lo quiere oír".
Porque, en verdad, en virtud de no sé ·qúé brujería que acaso
explique en un li.bro próximo, tiene eso que
las
viejas llamaban
"oíd~s
de oír". Y piernas para ándar porque
él
se mete en las
aldeas
y
en los cerros, en las chicherías · y en las huacas, en la
,