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El
oro y la plata no serví-an de moneda,
"se
los
tenia
por cosas S'Uperfluas, :porque no podían ser comidos ni servir
· para la compra del ·alimento"
(1).
Eran, sin embargo, bus–
cados por su
~belleza:
"El uso de la moneda -dice Montai–
gne- era ent-eramente
des~conocido
·en el P·erú (en esto, por ,
.
-
otra part·e, ·exagera)
y,
por
consigui~ente,
su oro (el oro de
los peruanos) S·e ·encontró reunido, al servir sólo para
os–
tentación'' (2). A pesar de la falta de toda d.emanda d·e
orden morietario, Íos m·etale.s · pr:e.ciosos, ·en razón de ese ·
empleo de ·que habla Montaigne,
~tenían
ya ·ll:n valor conside–
rable·; · el soberano los distribuía a los j-efes amigos cuya
fidelidad debía
as~egurarse
y
a los capitanes enemigos a
qui·enes quería.· corromper.
Otr
r·eciosos, de de–
n segundo lugar,
la capital, bajo
fo_rm·a d dones o de tr· utos,
y~
que nadie, fuera del inca,
· tenia derecho de-- llevarlos ·como adprno · sin autorización
especial. Finalmente, el oro qu·e entraba ai Cuz·co no podía
ya salir de él (4) .
··
Estas materias preciosas podían ser pes·adas, porque
para algunos de sus cambios los indios·
s~e
servían de una
v·erd~ad-era
balanza romana, sefialada por
Cie~a
d·e León
Estet·e, Sámanos, Ovi1edo
y
Valdés. ·Rivet ha encontrado
UJ?–
pe:so cilíndrico de cuarzo verde en la costa ·ecuatoriana (5).
.
-
(l)
Garcilaso. "Comentarios", Ub. 5, cap. , 7.
¡Qué
.pun·to de vista más
diferente al
de
los espafiolesl Cuando éstos llegaron
al
Perú, viendo
los
indigenas qu e los caballos mordían los frenos, creyeron que estos an1m·a–
le
s se aUmentaban de metales
y
les ofrecieron oro y plata, que
los
jinetes
se
culdar.onmuy .bien de rehusar.
~
(2) "Essais,
lib. 3,
cap.
6 .
(3)
Sarmiento,
"Geschichte",
p.
99.
(4)
He rrera, "H1stona General", dec.
99,
li'b.
3,
cap.
13.
(~)
Rlv-et,
"La balance romaine au Pérou". " L'Anthropologie",
marzo
-292-
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