104
ESTAMPAS HUANCAVELICANAS
los toros para la corrida y a los que van a preparar las barre–
ras en la plaza. ·
En la víspera de la corrida de toros hacen el "AYío"
q~e
consiste en que el Alcalde con su comitiva acompaña hasta las
afueras de la población a los alguaciles que van a traer a los
toros. Regresan más o menos a las tres de la mañana. Como
señal de que ya se acercan a la población tocan su "huajra"
(corneta de cacho) entonces el Alcalde da el alcance con cb.\–
cha, aguardiente y merienda; también le avientan quintos de
coca sobre el lomo del animal con la infant il creencia de que
.se volverá más bravo. A los dueños de los animales les paga!l
un porongo de chicha, una botella de chacta o aguardiente
y ponen a su disposición a dos corneteros para que anuncien
que su toro está penetrando a la plaza.
Y
si ha sido bravo, y
"trapeado" al torero, entonces se dirige donde el Al.calde y
exige que se le premie con más "tragos", chicha y coca.
Cada toro tiene su nombre, así: "Nina huajra", "Cóndor
lloja", etc., es deélr: "Cuernos de candela", "Mon ta Cón-
dor", etc.
·
Los alguaciles salen con bombo y violín acompañados de
su "pandilla" de bailarines, disfrazados en forma típica y es–
pecial y agitando con la mano un banderín en el que van pren–
didos cascabeles y campanillas, a visitar a cada una de la:>
autoridades del pueblo o capital de distrito. Van con ellos su:.
respectivas mujeres y otros allegados que les ayudan a car–
gar sendas bolsas conteniendo unas, pétalos
d~
flores con el
objeto de hacer jugar a las autoridades y vecinos principales;
otras, con harina para los "mist es" llamados también gente
"mediana" o clase media, y otras, con pintura de distintos
colores para jugar entre ellos. Es de especial mención las re–
cíprocas atenciones que se prodigan visitantes y visitados. En
efecto, de primera intención la Alcaldesa de Vara, seguida
por las esposas de los otros varayos; h ace jugar con los péta–
los de flores a los dueños de casa vertiendo palabras dulces
y
de respetuosa sumisión, siendo retribuidas en el juego con
serpentinas o con pintura de encendido color que se les pasa
por el rostro con un clavel a manera de brocha. Acto seguido
brindan con la chicha que invitan los Varayos y la botella de