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tros
en
la fortnación de
este catá
Iogo
les
da n1os el
1101nbre de tales, pues, si no re-sidieron en Hnanca,
fué
po.r
causas
n1uy
ajenas
a
su voluntad:
no te-
11ían
ca~a
en que vivir; los
can1i11os
nl
Cuzco eran
intransitables
y
las ·lluvias torrenciales de la
sie~
rra
hacian
i111posible,
cotno
hemos dicho más arri–
ba, la vida de un
religioso en ,el
Santuario .
.
Ade–
n1ás
1ne1-ecen el
non1bre
de tales porqne
tratJaja–
ron
por
p1·opagar
la devoción del
Señor
d~
Huan·
ca;
construyeron
la Iglesia
y
Penitenciaria
y
la~
prin1eras
celd~s
para los peregrinos en
forn1a
de
ra
n1ada
s
y
gal pones.
A~i
el
11. Juan
Izaguirre
construyó
dos
grandes
tnediaguas
en 17 :-{2
y
el
J->.
l\1
iguel Vizcarra no
alcanzó
a tern1
i
na r , porque lo
sorprendió la.muerte en
175~,
._;.ti-os
do~
galpones
y
"tres
cuartos con puertas
con
aldabas ' ' [1].
Mas aun;
casi
todas
las
pinturas que existen
en
la
tnayor
parte
de las Iglesias pa rroq u in les
y
capillas del Departan1ento <lel Cnzco, fueron he–
chas antes del
7GO,
es
decir,
entre la
últin1a
apa–
rición del Señor a Don Pedro Valero
y
el
prin1cr
Ca µe 11
á
n
que
1·es
id
i
6
en e·l Santuario
y
ten
e
n1
os de–
rech o, por
lo
tanto a suponer que esas
tela~
fueron
el
despertar
de la
devoción
al Señor
ele
I-I
u
anca
en
todos
los pueblos,
rnediante
la
p1·edi~ación
d e los
religiosos
enea
rgados" del Santuario.
·
Desde
ln75,
después
de la
con1isión
gne
vino
a
Hnanca,
non1brada
por el Obispo
l\1o1!inedo
y
An ..
gu lo a petición
del
Con1endador
de
la
l\1
er~ed
M
~
R. P. I;-r.
Gerónin10
Manriquez, los
1nisn1os
Co1nen–
dadores del Cuzco se encargaron de la custo<l ia de
la
Ca pilla
de
1-I
u
anca,
' 'sita
en el
centro
de la
ha–
cienda",
y
así
continua1-on
hasta
1719
en que
en1-
pezó, el culto oficial del
Señor
de Huanca.
Contaren1os
en el
11ú1nero
de los Custodios dt!l
Señor,
aunque
sin
d~rles
el título de Capellanes, a
--
{1)
Ar~hivo
de la
Merceo
Jel
Cuz c~ o.
I