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"Hay
en la tierra lugares priveligiados donde
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o do con
n1
a
y
o r pro d 1ga1 id ad . Ta1es lug ares se
llamaron Santuarios,
es
decir,
lugares
especialrncn–
te
santificados
y
santificantes.
Llanmánse tatn–
bién lugares de peregrinación, a
cau~a
de los
tnu.
chos peregrinos que a ellos acuden en demanda de
gracias y benehcios.
"Son, en efecto, los santuarios,
nn~s
con10
fuentes n1ejor
diría, volcanes, de toda
suerte
de
gracias.
tJ
n v o1e
á
n es un a n1 o n taña de donde sa–
l
en,
si no sien1pre,
a
lo 1nenos muy a n1enud"o, bo–
canadas del furgo nlisterioso, que llena las entra–
das de la tierra, este fuego, cuya fuerza es incon.
cehible,· revienta aqní y allí
por
mil
aberturas
que
fon1an en la tierra, lanzando ·por ellas a veces un
humo densísimo; otras,
grandes
lla
1naradas
que se
conocen con el non1hre de erupciones,
y
derraman
por todas
partes
torrientes
de
ardient~
lava
11
•
"Así
nos
parecen en sentid o espiritual
los
n1il
y
mil
santuarios
esparcidos por la faz de la tierra,
La
tierra
está
llena por ]a mi5ericordia del Señor,
dice la Escritura: esta n1isericordia vivifica
y
fe–
cundiza
la tierra, tna nten iéndola en·
hl
n eierto gra–
do de calor, sin e1 cual todo perecería. M
a~,
de
vez en cuando,
a fin de
satisfacer
con10 una
nece~
sidad amorosa de su corazón
y
reanin1ar nuestra
confianza
y
nue3tra
fé,
se
digna Dios dar salida
de un tnodo extraordinario a los excesos de su
a mor. I">a ra eso elige detern11nados
lugares que
vienen
a ser
de este
n1
orlo pu n tos de eita u ni ver -
~al
para
la
ora~ión,
para Ja piedad, para el
cn1to;
fraguas constanten1ente
encenrlidas, doncle ad–
quieren nuevo temple
lo~
corazones de los buenos
y
donde se
li1npian
y
purifican los pecadores. f)e
H
llí,
co1110
dei
cráter
de los volcanes, sale
a
borbo–
tones la
gracia di vi na
y
muy
a nlenudo,
para
con–
suelo de los buenos
y
terror de los
n1al
vados
~e