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ESTUDIOS INCAICOS
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tanda que lo babilitaria singularmente para ba–
blar con los viejos
amautas
y
quipocamayos
so–
brevivientes ( 1). Se ordeno
y
entro en la Compa–
fiia de Jesus. Paso, e-ntonces, a catequizar en el
Cuzco, luego a Quito. En
1590
partio para Es–
pana y, residiendo en Cadiz, ocurrio que esta ciu–
dad fue asaltada
y
tomada por los ingleses, en
1596'.
De ella salio Blas Valera, posiblemente Ile–
vando sus manuscritos, segt'.in algunos. Segt'.in
otros, perdio en el incendio de la ciudad buena
parte de ellos. No tuvo ocasion de publicar nada
en vida, pues murio poco despues, a los cincuenta
y seis afios de edad.
No escribio solo la
Relaci612,
iinico de
SUS
libros
que boy se conoc,e. Era autor tambifo de un
Voca–
bulario hist6rico del Pini.,
el cual parece baber ser–
vido con provecbo a Fernando Montesinos. Per–
didas tambifo parecen que estin sus obras:
De los
indios del Pinl., sus costumbres
y
pacificaci612
y
su
Historia del Pini,
de la que, a todas luces, se sirvio
el inca Garcilaso de la Vega, que la conocio des–
pues de
fa
muerte del
Jesuita A11612imo.
( l) El
amauta
era un fil6sofo e historiador, ya de la
corte imperial o de la de. los gobernadores de provincias:
curacas.
El
quipocamayo
era el que descifraba
quipos,
serie de hilos
anudados y de dive-rsos colores que constituiin
el
lenguaje
escrito y, sobre todo numeral, de los quichuas.