EL NINO AVENTURERO
No
bien cumplidos los trece y ya audaces afios,
se embarcaba con destino a las Indias un jovencito
que estaba destinado a ser el mas fidedigno , escru–
puloso y cabal narrador de la conquista espafiola.
A la edad en que otros nifios solo suefian - los
mas osados - alejarse del hogar paterno y salir
en busc.a de aventuras al pueblo proximo, Pedro
Cieza de Leon, que este era el nifio, embarcabase
en verdad y, en compafiia de hombres recios, te–
merarios y ambiciosos, lanzabase a la mas singular
y iinica de las aventuras, la que ningiin niiio, ni
aun fantaseador de fuste, pudo imaginarse en la
total magnificencia de su color, de su belleza y de
su barbarie.
H allose asi el joven Cieza de Leon en un esce–
nario de leyenda, al vaivfo de las pasiones recifo
despertadas y por ello vivas, sangrantes. Corria el
afio 15 33 y el imperio incaico acababa de desvane–
cerse como un fantasma, aventado por el hierro
de las duras espadas y el fuego de los temidos arca–
buces, menos duro el uno que el alma de sus po–
seedores
y
menos calido el otro que su arrojo. Y