ESTUDIOS lNCAlCOS
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cion militar
y
los que se llevaban a las regiones
que, siendo
f
ertiles, permanecian despobladas.
Los primeros
mitimaes
se encontraban asi en
otra region, rodeados de pueblos
exotic.Os.Esta–
bleciase rivalidad entre ellos
y
los
llactay.os(natu–
rales del pais), se espiaban mutuamente. Y esta
rivalidad
y
espionaje redundaba en beneficio del
gobierno. Con los aiios, unidos por el culto reli–
gioso
y
por la lengua,
llactayos
y
mitimaes
se re–
conciliaban y avenian en el comun respeto a las
leyes del Estado. A estos
mitimaes,.
para resarcir–
los de las molestias que su traslacion pudiera ori–
ginarles,
"y
conociendo los incas cuanto se siente
por todas las naciones dejar sus patrias y natura–
lezas propias, porque con buen animo tomasen
aquel destierro, es averiguado que honraban a es–
tos tales que se mudaban, y que a muchos dieron
brazaletes de oro y de plata, y ropas de lana y de
pluma, y mujeres; y eran privilegiados en otras mo–
chas cosas"•.• (
1) •
Tambien, a veces, se les exi–
mia de pagar tributos. Para trasportar estos colo–
nos, se elegia
ima huaynas,
es decir, obreros, hom–
bres jovenes de veinte a veinticinco aiios. "No se
reparaba - dice el 'padre Cobo - en estas mu–
danzas de
mitimaes,
en
b
distancia que habia de
sus tierras adonde los mandaban ir, aunque fuese
muy grande; antes sucedia no pocas veces
t~asplan-
( 1) PEDRO CIEZA DE LE6N :
Del seiiorio de los incas.
Pag. 85.