- 257
·ui le
atar m '
le
iz ini rcl le l ·it( da parej
lnuna.naun
rn
n orr a 1
i
z ' n ba tan g-rand .. i ·nifica
Jll
inui
Cocha
di
inidad
d l
mar
l
cir
del la ·o
Ti.tia
a
que qneda combinado
n nn
t
·o má pequ ñ.o (tal' ez el Poo1 ') .
1 le
l
d
la
Pa lla
1\1ama ctniba tratarle,
llay
ün reláimpag com
lo
u
l re pectivo lio ".
E.
te dibuj
in embargo, no debe er lar -
1
r
.·entación indígena
d
e e dio , ino ilustración europ
a
le la palabra
r lám ago, como
la
hay en lo librito que irven a nue tro hijo para
apr nder el arte de Je r y e. cribir. Ga.rcila o afirma que «el apo ' ento»
del relámpago era simplemente
un
fondo de oro y como lo an iguo >-;
peruano con ideraban a una con telación que debe s r nue tra. O a
ma-
or, como dios del trueno, armado con maza
y
honda, no se comprende
que, como
tal~
no figure en el altar mayor; puede er que Pachacuti
ha.yalvidado este detalle y pue to en su lámina un relámpago a la europea .
El compañero del trueno, en el otro lado del altar, era el dios d
l
grani–
zo, representado como felino cuyos ojos de
p
dían cuatro rayo brillan–
tes.
Este curioso monstruo, en aimará
fué
llamado « El reluciente », en
quichua
«El
tigre de oro»; y como lo antiguo lexicólogo. afirman que
la
respectiva palabra quichua es nombre de nna constelación,
la
bu qué
n el cielo, para hallarla en nne ' tro Escorpión y algnna estrella ad–
yacente .
Finalmente, en la base. del altar,
a
la
izqui~Hla)
hay un árbol que
probablemente, repre
ent~1
la flora terrenal.
A
lrll
derecha, siete círculos
<Con un punto en el centro, on siete bulbo ópticos, como explica la le–
yenda, añadiendo que . e trata de
<.~Los
ojos de toda las cosas de toda
laya»; y como el término «Todas las cosas de toda
la.ya»
er~
el nombre
de un dios, probablemente uno de los tantos epítetos de Viracocha, re-
ul ta que éste
f
ué imaginado como
ér
con s iete ojos. Repasando el cielo
y
teniendo
pre
ente que
las
Pléyada fueron veneradas e pecialmente
por los antiguos peruanos (como también por otros pueblos primitivos),
llegamos· a la conclusión que esa con telación fné con iderada como lo
.. iete ojos del dios Viracocha. Era éste la divinidad suprema en el anti-
·uo Perú e hizo competencia al Sol, del cual e jactaba descender la di–
nastía reinante.
El
nombre entero dice:
K011i
Tijsi Huirci
Kocha)
y sig–
nifica, según Middenclorf: «Lago caliente de la\ a»; refiérese al volcán de
Cacha en el valle del río Huilcanota, imaginado como ér vivo y terri–
ble, cuyas desastrosas er.npciones hoy todavía e notan en lo alrede–
·dor .
El concepto de las siete estrella que componen l c.úmnlo de la.
.r
léy
<le~,
como ojo. de la di\ inidacl suprema, debe haber llegado ele
Ada,
pues en el mi mo testamento antiguo el profeta Zacarías (4,10)
11abla de los si et ojos del Seílor que repa an todos lo paf es; esta irle(
no es genuina de lo hebreos.
17