'
Le cruzan transversalmente. otras
calleci~·
.
.
tas de trazos netamente incaicos. iJ.acia' la
de .–
recha .· y hacia
la izquierda, siendo
los ·más
originales las llamadas de "Siete Culebras"
y
Hatunrumiyocc.
La calleja de "Siete Culebras" tiene el in–
terés de exhibir, la muralla incaica que cae
hacia la
pl~za
de las NAZARENAS, siete sier–
pes o culehras pequeñas, talladas en alto re–
lieve sobre las piedras que forman dicho lien–
zo. Estas decoraciones
tienen una significa–
ción simbólica. Son corno blasones del edifi–
cio; se refieren, sea a las tribus que le cons–
truyeron o al inca para quien se destinó y que
tenía por totern a la serwiente. Además, siendo
la arquitect ra
' ncaica desprovista de orna ..
n1entaciones, estajs sierpes constituyen la ex-
.
,
cepc1on.
Seme ·an{es deeoraciones se ven hacia el
norte de este mismo edificio, que cae a la
ca~
lle llamada de
Pumacurcu,
así corno en un
fragmento de muro que está en la cuesta del
ALMIRANTE, frente al palacio colonial de su
nombre.
Garcilaso llama a es ta región
Amaru Cca–
ta,
o declive de la .serpiente•.
La otra calle transversal, de
Hatunrumi–
yoc,
ostenta una muralla de. piedras grandes,
de disposición poligonal, entre las que se des-.
taca una que tiene doce ángulos o aristas, pie-
-
47
~