tallna
(la Angosta
y
la Ancha),
San Agustfn,
San Andrés, San Juan de Dios, Santa Teresa,
San Francisco, Santa Clara, Almudena, Santa
Ana, San Cristóbal,, San Bias, Santiago, Be–
lén, Rosario, Santo Domingo, La Merced, Car–
men (Alto
y
Bajo).
Otros son también patronímicos, que se
originan de los apellidos de los grandes nobles;
como:
Sllvac·
(de don Diego de Silva) ,
Melok
(de los Gutiérrez de Melo, que varios de éstos,
casi por
sucesión
hereditaria, ejercieron el
cargo de protector
de los Naturales),
Aronls
(del capitán don Juan Jiménez de Aronis, que
dio nombre
a
la calle donde estaba su casa co–
n10
a la fuente de agua que está a la entrada),
Maruri
(del
actor l\íaruri
d.e
la Cuba),
Mar•
qués
(de Jos
arqueses
del Valleumbroso),
Chaparro
(del Licenciado Chaparro) . ,
Por
lo~
gremios:
Plateros, Espaderos,
He–
laderos, Ropavejeros, Escribanos.
O
por las co–
sas que
se
mercan:
Portales de Panes, Harinas,
Carnes,
de la
Confituría.
El número siete es el más usado en la
denominación de las calles:
Siete Cajones,
Siete Ventanas, Siete Cuartones, Siete
Angeli–
tos, Siete ·culebras.
P<?r la configuración:
Vitoque, Bayoneta,
ca.lle de la
Ese,
de· los
Abrazos.
Por ciertas significaciones:
Mlracalcetas,
Alabado, Amargura. Desamparados.
-
127 -