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R. CÚNEÓ - VIDAL
. Aquella religión instintiva, pueril y supersticiosa se cristali–
zó, por -una parte en el
fe
tic
he
y
po:r otra en el
rni1üo
1
arnilleto
o
talismán.
.
El fetiquismo de que tratamos, instintivo
y
pueril, conoció
de seguro los estremecimientos misteriosos del yo interior, los
anhelos vagos, los balbuceos infantiles que el problema pavoroso
del más allá suele infundir en toda religión en -formación.
Fué
fetiche,
para el nombre americano de las épocas de que
tratamos, todo objeto animado o inanimado en que supuso residir
una virtud capaz de precaverle del rigor de los elementos, de las
asechanzas de los enemigos,
y
en particular de la malevolencia de
los espíritus adversos a la tribu de que formó parte.
Una tose.a figura de hombre o de animal, una piedrecilla del .
arroyo, un caracol de curiosa hechura, u otra fruslería semejante,
tuvieron, en el mecanismo de sus creencias, virtud fetiquista.
El fetiquismo, brotado en la selva aborigen, fué propiamente
el culto apre urado, propio de una humanidad asendereada, con–
denada ·ª marchar aelante de sí sin descanso posible, a imagen del
judío de la leyenda, hacia u:na meta sin término.
·
Sus fetiches, de osca hechura, recibieron de quienes los in–
vocaro:q. el cúlto apresurado que el viajero de raza indígena de
nuestros días tributa, sin interrumpir apenas su marcha, a ciertas
piedras, linderos, cuestas, cumbres
y
apachetas.•
a que dedica en
forma propiciatoria el residuo de la
coca
mascada durante la eta-
•
pa que acaba de recorrer.
T_Ja humanidad trashumante, cnyos apremios acabamos ·de
enunciar,
abandonó a
sns. rnu.ertos
durante las pdrneras etapas de
su marcha,
y
las fieras de la espesura se cebaron en sus despojos,
dando lugar en esta forma al nacimiento de un nuevo fetiquisrno:
el
animal,
el cual .tuvo por base la
1
creencia de que
un a,lgo
-del es–
píritu vital del difunto se comunicaría inevitablemente a las tales
alimañas; a raíz de lo cual la fauna silvana fué clasificada en mun–
da e inmunda, en benéfica
y
malévola, en amiga o enemiga del
hombre.
Andando el tiempo,
y
a medida: que el americano, oriundo de