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R. CÚNEO - VIDAL

Quien dice mensajero, dice necesariamente hombre veloz en

la carrera, conocedor de camino,

baqueano

y

guía.

Puesto que la explic!lción del episodio representado en el friso

del arco de Kalasasaya, a falta de otra fuente interpretativa, de–

pende de

un

proc.es·

o de penS'amiento sobr·e la pauta de lo hac,eder

1

0

y

de lo 'ra.cional,

nada ha de impedirnos asignar a los hombrcs–

cóndores en él representados., vistos entre dos hileras de caminan–

tes ·en plena marcha, el papel arriba expresado de guías, cóndo–

res corredores,

manquileffs,

exploradores y baqueanos.

La horda, que al establecerse en el Altiplano andino y dar de

sí la civilización de que fué portadora, tomó el nombre de

proto–

collaguá,

emprende él escalamiento del

trip"le

sistema de cumbres

con que se opone a su camino el sistema montañoso de los Andes;

circunstancia que sus artistas rememorarán algún día en los mo–

numentos que les corresponda crear, mediante el "signo escalo·

nado", con el

aso ágil y resuelto de aquel que tiene la seguridad

de la meta hac

·a

a

a;l

se encamina, por tenerla los hombres–

cóndores que a

g

Írulil,

después de previamente reconocerla.

1

Las tierras lraQ,ia las cuales emigra la horda, tienen

dueño

j

están ocupadoo po

aftteriores poseedores, y por otra parte, las

cumbres que las dominan

y

que lns hombres-cóndores reconocie..

ron de antemano, está!). pobladas

de cóndores.

Nada más hacedero que los que ejecutaron aquella misión de

reconocimiento adoptasen, para pasar desapercibidos, un disfraz

y

unos andares que los confundiesen con los

mallcos

habitadores

de aquella.s mismas cumhres, y pasasen a ser mallcos, mancos u

h01nbres-cóndores

a su vez.

Los griegos de Agamenón penetraron en Troya, sitiada, me–

tidos en un

caba.llo.

Si al friso historiado del arco monolítico tantas veces mencio–

nado de Kalasasaya, nos empeñamos en aplicar un valor

esotéri~

co, insólito, sutil

y

emblemático,

que nunca pudo caber en cabeza

indiana, el mensaje que él contiene, de las generaciones preté–

ritas a las modernas, continuará siendo, como hasta hoy, un

ininte~

ligible enigma.

·