EL CUZCO HISTORICO Y MONUMENTAL
MACHU PICCHU
La ciudad preJhistórica ele este nom,'bre, cuya celehl'idad
cientí!li<.1a data desde
19ll
y
1912,
en qu e la estudió la Co·
misión Cientííica de
la
Univer,sj¡daid de Yale, presiidida por
el arqueólogo é historiaidor doctor don Hiraa:n Bing:ham, se
E:ncuentra
á
mil metros de altura sobre el río Vil!canota,
a ll!lán.dose en su margen izquierda.
Para as<.1ender
á
la ciwda.d es preciso ir hasta el Puente
-ile Sa.:n Miguel,
á
ocho leguas 1de Torontoi, si es que, por
casualidad,
y
esto sólo en tiem¡pq de secas, no se encu entra
nn puente d e .P os, colocados sO:bre los
peidron~s
del
:rio,
dos l eguas antes
sitio
llaim.a.doPutusucu,
ceTca d e
Má ndor. Por este
la subida es menos diiffoil y peli-
gro·sa q1Ue por
el, de donJde 1a sentda es
á
trec.hos
c asi impracticaOie, ha.biendo momentos en que un o ve co·
rrer su vida ser io peligro.
La distaTuCia del Puente
á
la CÚ·gpide d el cerro, desde
donde 1haiy qu e des-cen:der un poco ha1cia la población anti·
gua, es aq::·enas de seiis
á
siete kilómetros·; pero se gaS'ta por
lo meno s, en ha•cerla, dos horas y media á tres. El viajeTo
que desee haeer el viaje
á
&Ia.chu Picchu d ebe obtener que
Je guíe un vecino de Miándor, pequeño caserío entre San Mi·
guel y Putucusi, llamrudo Feliciano Arteaiga, h o.IILbre aveza–
do
á
·esas excursiones. De todas .maneras· h ay q1U_e hacer la
aseensión á la m adrugaJda, para tener tiempo de ver lo.s res–
tos
y
voilv er en la tarde
á
San Migu,el ó á :Mándor. Es peli-
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