l:L C UZC O H IST O RI CO Y MONUMJ:NT.!.L
ios restos de enormes p iedras b ien tallaidas y pulimentadas,
.que for.man ot ro awosen t o, .tal vez el t em'.Plo.
Más abajo, en d ir ección al JYU eblo, se abre u na p uerta
-elegante, que cons·erv a
todavia su dintel y qu e
tiene la
forma caracteristica de las con!Stru coei ones incaic as :
S'lll
inicli–
illaición haicia au centro. T raspu esta l a entraida, se abre u n
:a ndién de dos metros de an<CJh o, y hae ia la iZiqu ierda unos
muros de bien taUa•da piedra, que en su baise alcanza pro·
-porciones =ayores, con
ocfüo
niic'hos
si·llllétrieaanente dis·
-puestos, y qu e servían para poner las cono¡pas ó ídolos tu·
telares. En.. la conclu sión de l a g alerí a ae ve en el suelo el
'Vestigio de o o n;ui_ro, qu e er a el IJIPUe,sto a l de la en.traida.
Desde e ta gal da e ve la SU/Cesión d e an•den es que, en
'llÚmero de dieci éis
aja ha.sta u n vasto edi.fi.cio ya d er ruí·
<do Y qu e se die
u' e Palac'io de .Ol lant ai, y en los cua:les
e sembraba para el a ast ciimien to en l os días de sitio.
Encima de la for<taleza está el I n tiihuata na, cuy os r es·
'tos p u eden verse. Era ¡para calcu lar los e qu in aooio·s.
En las pendientes del eerro h ay caai tas d erruíida.a 6 á
medio derruir e, qu e serian p u estoa d e so1daidos.
Desde la fortaleza, al otro laido •d e1 río, y
á
la a ltura del
cerro, se ven las canteras de CACHI E!OCATA (La dera de
'Sal), de donde se trajeron la'!l piedras ¡para la c onstrucción
<le esa ciudadela. L legando
al
sitio, se ven p a t entes las pie·
-Oras arrancadas de la cantera, ecJhaidas sobre l a calzada, en
-plano illclinaido, por donde· bajaban empwjando sobre rodillos
<le ma:dera. Hay f>iedras á medio cortar, d e d istinta s dimen·
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