EL CUZCO HISTORICO Y MONUMENTAL
En los cerros de enfrente, tan altos como todos los que
limitan el ·l ugar, se ven, á lo largo de la c ueiliilla, rest9s de
casitas q u e van e·scalonándose, y qu e eran sitios de vi!gías 6
centinelas. En la ;penidiente de ese cerro se ven blanquear
IJ.rnas casas de arcilla, cuyas gal e rías se esbozan, y las cuales
se dice que eran cárceles ó casas don-de se guardaban los
Kji'.PUS.
La ;p.obladón actual está so_bre los muros de la .._antigua
y
sus calles son .iutén ti.cam ente iucaica-s. Conservan
S'US
mu–
ros, su·s portadas y muchos detall es de su
'.Primitiva traza.
Pasear por esas calles
y
salü <por sus
-c~inQ;s,
es ngur·arse
estar •canünando en u
a-mbiente netamente iTudígena.
De la esta.ció
a
'P
' blo hay un k,i16:rnetl'o y de ésta
á
la fo r taleza
uno~
ti:escien tos
ó
icuatrocientos metros· de as–
c.ensión.
La colina sobre l
qu e está la construcdón es en parta
¡¡rtificial, ·como se pue de ver al subir la cuesta, y to.da está
protegí.dapor una man11>ostería aidmirable. Al llegar al cen–
tro de la fortaleza se encu entr.an los restos ·de lo que fué el
palacio central. Tiene en el fon•dQ ciillco inmensos bloques
de piedra verti!calmente sujetos en la tierra y unidos por
fragmentos -largos de .fina pie dra que semejan un embUJtido.
Es lo más &'rarudioso que se haya visto. Estos bloqu es tienen
doce pies de alto. Al pie, casi echa.dos, h:;i,y o<tros blo•ques
de los cu ales uno mide quin'Ce pies ·d e l a rgo .
Abajo de esta plaza hay otra, do-nde asimismo se ven
101