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Hemos dicho en uno de los capítulos an–
teriores que es necesario saber leer lo que es–
tá
escrito entre líneas en lo referido por los
1Croni~tas.
Tenemos por ejemplo las infor–
maciones <lel Virrey Don Francisco de Tole–
<l
o
(13)
que se practicaron entre los años
1570-1572,
por 'Consigui-ente
.37
años después
oe la conquista .cuando ln;s
t1~adiciones
eran
rela ti va1nente frescas entre los indios y mes–
tizos. En estas informaciones notan1os que
antes del último inca Tupac Yupanqui, no
hubo gobierno dinástico
algnRo,
siendo los
"'sinchis" (los fuertes) los que en inomentos
<le peligro encabezaban la defensa y después
de pasado éste, tenían que volver a sus ·casas..
De las 1nencionadas informaciones se ded
UC'e
que a Tupac Yupanquilnca le succedió su hi–
jo Huaina Capac
y
a éste, Huáscar y Ata–
huallpa. Por consiguiente, habiendo hecho
matar Atahuallpa a Huáscar, sólo eran tres
los incas dinásticos que dominaron el Cuzco
antes de la venida de los espafioles.
Y
segu–
ramente ha sido así; porque todo el resto que
nos cuentan los cronistas son sólo fábulas de
algún valor folklórico, pero sin nada de in -
forn1ación histórica inamovible.
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(13) Estas informaciones fueron editadas junto con las
memorias de F. de Montesinos por el insigne americanista
Jiménez de la España.-Madrid. Imp. de Miguel Ginesta
1882. (Colección de libros españoles raros
y
curiosos. Tomo
XVI.)