-222-
los matrimonios; por la conformidad, fortaleza
y santa vida de las viudas; y en fin por todas
lAs necesidades de todos lós militares, mine–
ros, enfermos, agonizantes, camincintes, nave–
gantes, ignorantes, encarcelados, perseguidos,
aflijidos, desnudos, vergonzantes, bienhecho·
res, amigos, enemigÓo;, y demás urgencias de
los pueblos. -y ·en es·pecial, por Jas necesidades
espirituales y temporales de nue'stros padres,
hermanos y demá-s
parie~nes;
por el alivio y
. descanso de las bendita¡; almas del purgat<nio
y demás piadosos tines de nuestra ::ianta Madre
la Iglesia. Amén.
VISITA A MARIA SANTISIMA.
Dios te salve, María, Virgen
y
Madre de Dios
aunque miserable pecador, vengo con l
a mayor
conhanza á postrarme á
vu~stros
pies
santí.si,ruos, bien persuadido que sois Vos la
que convuestra protección poderusa alcanzáis al gene–
ro humano tvdas las gracias dt:l
S~::ñor.
Vo:s sois
riquisíma, y yu un llJÜ.erable: Vos sois miMa·
drt!, y yo aunque indigno, soy vuestro h1jo:
HA·
CEDME CONOCER QUE SOIS 1111 M.i\DRE.
i
Que madre
tendiiá valor _para dejar padecer
á.
su hijo si
pudiese socorrerle? Y Vos. que sois tan pode–
rosa ¿no me -socorreréis? Acordaos, ¡oh piado–
SÍI!Iima Virgen María! que no se ha oído decir
jamás que haya quedado abandonado el que a–
cudió á vuestra prote<;ción é imploró vue:.tro
amparo: ¿y stré precisamente yo el primero
y
único que halle cerrado e:sta puerta que se abrió
siempre para tedos? Más aunque así sucediese
no desconfiaré, antes gritaré más fuerte,
y
no