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conociéndo~e
l!H'apaz de
p?.gar
por
s1
mi<.:mo
la
pt•na de tan enormes delitos. ofret·erá
en
¡..ag
Jos inhnitos méritos de este Ct .raz•í n
s~gT<!.d OJ
Q
la divina Mag-estad oféndida
y
ult n jada.
Pe –
dirá
al
coro de las P<•te:.:tades qut> 1e
aynden
á
desagraviar á Jesucri:-to de las mi,.;as mnl ce:e–
braclas, de las t.:omuniones
herra·.
con tibj,-.. z,..
)'lit
las ;;ln.
a .~
que
le
e~tán enc:om.·ndad<~~
e:-;pt>
cialtnente,
y
de las
faltas cometida.
f"n }-.
e<>
niuni<iad
que más
hay~n
p(>dido
clesag-nv-1:-~r
.-.
su divino
Coraz<'m.
l't.n este objeto hará
un :>.
vilüta al
~eñor
Sacramentad•• y
un
acto
de dt-s
~gravio.
En todos los
viernes
rlel
mes,
y
par11
cnl:umente
en
el
primero,
dará
mayores mnefi
tras de·
amor al
Corazón Sagrado redc.blando e l
fervor, tributándole obsequios especiales, se
gún
le insp-ira su
devoción.
Su virtud
será
la
exacta observancia de
];;~
reglas
y
obligaciones
de su estado
ú
ofici0. ven
l'iendo toClos
los
obstáculos
y
respetos bnmano'·
que 1<e lo impidan.
Cinco
actos cada
día.
¡Qué
dichoso
se puede contemp' ar! pués
~u
oficio es tan
~gradable
á
Nues:ro Señor,
qm
!'eg-ún su prome1-a puede
humildemente
confia r
que alcanzará para sí perd6n
y
gr~cia
Máxima.
Quien
procura resarcir los
ultr¡¡ –
jes que se hacen
á
su divina
Magestad
puede
esperar
con
razón que
el
Señor le
remita
Jp pe
na qne deba
¡:-or
sus
pecados,
y
usará
con él d e
miseric()rdi<l.
JACULATORIA
¡Corazón
de mi amable
~alv?dor!-Haz qu~
a .:da
y
si~mpre
crezca
en
mi
tu
amor.