![Show Menu](styles/mobile-menu.png)
![Page Background](./../common/page-substrates/page0031.jpg)
EL AYLLU
una parte, la unidad fundamental de la natu–
raleza humana, la identidad de sus necesida–
des orgánicas de las que la satisfacción es el
fin de toda evolución social,
y
de otra parte,
la uniformidad de la naturaleza exterior ofre–
ciendo á necesidades parecidas los mismos
recursos
y
casi los mismos espectáculos,
que debe provocar, inevitablemente, la exis–
tencia de industrias, artes, percepciones,
mitos
y
teorías bastante semejantes?
.>>
Que necesidades idénticas provoquen
semejantes idea
y
parecidos medios ó pro–
cesos de satisfacerlas puede ser verdad, en
Cierta manera, pero ¿cómo se explicaría la
semejanza de costumbres que no responden
á inclinaciones fundamentales,
y
que se
refieren más bien á la forma
y
superficie de
los actos _humanos? ¿Q!.lé necesidad, por
ejemplo, impulsa imprescindiblemente á que
se sepulten los muertos en Egipto
y
en la