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EL AYLLU
aunque esta unificación, en momentos de ser
sorprendida por los españoles, es más apa–
rente que real. Tal colonización mediante el
trasplante de pobladores de una provincia en
otra
ú
otras, á mas de buscar la amalgama–
ción de instituciones,
llevaba
también el
propósito de regularizar el sistema hacenda–
rio basado en el cultivo comunal de la tierra.
Cieza de León, en el capítulo XXIII de su
C1'Ónica
del Perú ,
nos da cuenta detallada
del espírit u que informaba el plan político
agrario de los
mitimaes.
En cuanto
á
la constitución comunista del
ay llu,
es decir, del clan, fundadamente se
puede
suponer que no existía distinción
alguna entre las poblaciones aymaras y que–
chuas. El
ayllu
ha debido ser originariamente
aymara, pasando después esta denominación
á la organización ciánica de la civilización
incasica.
Aylluy,
en quechua, idioma del