DE LA LE ' GUA AMERICANA EN PAR'l'IC LAR
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uministran dato
inesperado.
obre lo u os
y
costumbre y
el estado ociaJ de los Taen a .
na laguna (le la má,s deplo–
rables ha . ido colmada.
En una noticia hi tórica que precede al texto, e recopilan
varios extractos de viajero
é historiarlores en que
e hace
mención de la extinta nación Taen a que habitaba la baja Lui–
siana en la boca del Mi si
ippi
y
e tra.nscribe una carta del
americani ta
. Gatschet del departamento de etnología clel
In
tituto Smith oniano en la que, al dar alg·uno
dato
obre
la antigwt exi tencia de lo Taen a , pareeería admitir la auten–
ticidad de los documento de Hanmonté cuando dice:
«
Du–
rante mi viaje he bu cado por toda parte ra tro de los Taen–
, a
de lo Atahapas y de lo
daye ,
in poder encontrarlo
·
pero ésto no prueba que hayan ele apar ciclo enteramente.
Toda la
lengua antigua , como dice Pari ot
e vuel en á,
encontrar y sólo e reqtú re buscarla .
»
El americanista D . G. Brinton en su
Jlborigina.l mithors
(en
1883) dió en un principio crédito al de cubrimiento, que' enía
á confirmar sn teoría preclile ta obr
la
exi tencia de una lite–
ratura america,na, origina,! y primiti a y refiriéndo e al can–
cionero decía :
«
Ma · xtraordinario más raro I ara mí on
la canciones
(songs)
del Taen a, pequeña tribu que moraba· en
l o
banco del bajo Mi
i sippi al pr ente extinguida.
na cu–
rio a noticia de u 1 ngua, hecha por nn mi ionero e paTiol ha
sido con ervacla y recientemente I ublicada.. Lo prim ro vi!l–
j ero hablan de ella, como de un pueblo culto · pero no puede
meno de orprencler hallarlo
capace
el
componer un epita-
lamio como el que traclucimo .
lguna. de ln,
can ·ione
el
guerra
y
de mnerte on completamente oceáni a por u e tilo
y
ha ta parecían
er correcta
tmduccione . E l
om1)arativa–
mente elevado e tilo ele tale poema no implica ne ·e ariamente
duda, al re pecto.
»
Do afio
de pué
reaccionando Brinton contra u pre ipi-