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Por otra parte no veo inconveniente para que haya tenido ambo
sentidos
eñalados de de que ha
ido
iempre corriente entre Jo
hombre
los
ignificados doble para poder dar de una mi ma co a
do
explicacione , una e otérica y otra exotérica. Máxime cuando
en este caso toda la escri tura del continen te
tá ba ada n el doble
valor de lo vocablo empleado .
Las palabra
lo
número
han encerrado un gran mi terio
para lo primitivo caldeos.
«
fa s podero a aun , die L normant, que
las encautacione
on lo conjmo por la virtud de lo número . Y e to
e
de tal modo que el
ecreto
upremo que Ea
n eña á
u hijo
Silik-mulu-ldü, cuando en u apuro r curre á él, e
i mpre llamado
, el número'. En una colección de proverbio
rimado
y d
vi
.Jª
caucione
populare
acadia
encontramo
e to
do
ver. í ·u]o
que
debían cantar e en algWla fi e ta rú tica á la
e atribuía feliz
in flu encia en el de arrollo de la
cosecha .
»
«El trigo que
e eleva derecho -
ll egará al término d ,
u
crecimiento pró pero ; -
el número (para producir e to) -
no otro
lo conocemo .
n
<( El trigo de la
DlÍento pro pero· -
abundan ia -
ll egará al término de u creci-
1 número (para producir e to) -
nosotro. lo
conocemo .
ii
(( Por de gracia ,
i
on frecuencia
e alude, en lo documento
mágico , á lo
conjuro por lo número ;
i ab mo
tambien que el
número siete jugaba un papel e cepcional, ninguna fórmula de e to
conjuro ha llegado h a ta no otro ,
y
la
indicacione
olll·e la ma-
teria no son ba tante pr ci a
. i> 11sz
Ant pongo e ·ta noticia a la clescifración ele cierta
numérica de lo mouncl
que voy
á
ha ·er para que
bien y puedan er
amparada
con otra
análoga .
coro binacion
le
aprecie
Lo do di
o de la fig ura
on cir ulare , hecho de una concha
plana, e tan cuarteado
por doble
lín a que
e cortan en ángulo
recto y entre
lla hay un
ierto número de circulillo
on un punto
central ; lo cuale
xi ten tambi n
n los cuadran te
el
la periferia
de lo dicho di co .
11 3
(Figu ra no. 7.-
.)
obre ello di ce Holme , que la cruz puede revre nla r lo punto
del compá
y
que no e
impo ible qu
pueda ten r algWl embl e–
mático
ignifi caclo; luego pone la cu nta de lo
·i r ulillo h ha del
icrui nt modo:
11 ••
L a magie chez les chaldéens, Paris,
l
7!,
pp.
39-40.