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VITORIA QVE TRES CARAVELAS
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Arjona•, de cuyos nombres y apellidos no
había ninguno de la Compañía por aquel
tiempo. Pero es lo notable que en el
Pró–
logo
que sigue á la dedicatoria
1
hallamos
esta cláusula: «No deberá parecer extraño
á
nadie, que despues de más de treinta años
de ausencia de su patria, ,en Italia, se le
· hayan pegado al traductor algunós idiotis–
mos, que disonarán sin duda á los oídos de
los Españoles, que conocen, y estiman la
pureza de su lengua».
La mención, nada casual, según parece,
de estos «más de treinta ailos» nos recuerda
el de
1767,
en que pasaron á Italia los Je–
suitas desterrados por Carlos III¡ y, aunque
pudieran .no ser ellos los únicos á quienes
cuadrara la circunstancia de tan larga y
puntual ausencia en dicho país, todavía hay
que convenir en que la probabilidad, ó,
cuando menos, la sospecha y presunción ,
está por alguno de ellos: que es lo que basta
para lo que aquí buscamos.
Por lo que hace á la firma y la fecha de
la edición, hay que tener presente, cuanto
á
esta última, que varios de los desterrados
volvieron el año de
1798
á España, donde
permanecieron hasta el de
I80I
1
en que de
nuevo los arrojó la tiranía de los Ministros
de Carlos IV. Esta especie de interinidad
pacífica de
tre~
años explica bien, así la li–
bertad de quien se atrevió
á
sacar á luz en–
tre nosotros un libro tan favorable á .la Com·
pañía desde su misma portada , como la
franqueza y satisfacción con que en la dedi–
catoria se felicita «Al Glorioso Capitan , y
Fundador de la Compañia de
]ésus,
San
Ignacio», de que hayan vuelto sus hijos
dispersos á la «amada patria, que por tanto
tiempo los lloró ausentes de sus cátedras,
-sus púlpitos, y sus confesonarios».-Pro–
bablemente el traductor sería uno de ellos¡
ni tendría nada de particular que fuera el
mismo quien inspirara y aun redactara, tal
vez, la dedicatoria.-La firma pudiera ser,
ó simplemente fingida
á
capricho, ó de al–
guna persona afecta á la Compañía, que
quisiera salir responsable de lo que, segura–
mente, habría de sonar á arrogancia en
boca del interesado.
Concluyamos advirtiendo que el traduc–
tor, sifué, en efecto, de la Compañia, debió
de
perten~cer
á alguna Provincia de la Pe·
nínsula. Ciertamente no fué de la de Mé–
jico ni _Filipinas¡ pues, á serlo, parece impo–
sible que no tuviera noticia, y consta que
no la tuvo, de que la
Vida
del P. Galluzzi
escrita por el P. Memmi la había traducido
el P. Bernardo de Pazuengos, P.rocurador
de Filipinas,
é
impreso en Méjico el año
ya de
1761.
3295.-Vitor con el que un Afecto
a
la Sagrada Compañia de Jesus exclamó
en las tres classicas Funciones, que tuvo
ésta en los dias 6.
7.
y
8. de Septiembre
de. este presente año de 1761.
il
la cele–
bridad del Patronato de la Purissima
Concepcion, el Viva Jesus, Maria, y la
Esclarecida Compañla, con los siguientes
Pensamientos, que se colocaron en el
gran Patio de la Casa Professa.- [Al fin]:
Con licencia:. En Sevilla, en la Imprenta
Mayor de dicha muy Noble, y muy Leal
Ciudad.-En 4.
0
1
de 8 ps.
Véanse los núms.
2378
y
2994·
3296.-Vitoria qve tres Caravelas Por–
tvgvesas tvvieron contra los Olandeses
qve estavan edificando una fuerc;;a en la
Isla de Santiago de Caboverde. Dase
cuenta de como los degollaron a todos,
y del artilleria, .polvora, municiones qve
les tomaron, y de como entraron triun–
fantes en Lisboa, arrastrando las vande–
ras del enemigo. Assi mismo se da cuenta
de la gran presa que hizo el general Ri–
bera, tomandole a los Olandeses las naos
que venían de Ale:xandria, con
m~s
de
millones de florines. Con Licencia. Del
señor don Alonso de Bolaños, impresso
en Sevilla por Francisco de Lyra, Año
1629.-En fol.
0
,
de 2 hs. n. fs.
Uno de los ejemplares de la Biblioteca de