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PER LA PROMOZIONE

Nobleza. El Señor Vicerector o porque le

hiciese .impresion mi reparo que oyo de mi

misma boca, o que sin duda le habían ya

reportado de antemano, o porque pensase

que yo no me habia de encargar de nuevas

poesías déspues del desaire que .me había

hecho, me rogo que compusiese una Can–

don espailola sobre el mismo asunto de la

italiana rechazada. Tome el encargo, por–

que asl me parecio que podía descubrir lo

que hubiese habido de razon, y lo que de

pretexto, confesandole sin embargo, que mi

poesía española sin duda seria peor que la

italiana por la mayor practica que había

tenido en estos ultimos años de componer

en italiano que en español. Dentro de tres

o quatro días presente mi Composicion es–

pañola, y entretanto el Vicerector, sin dar–

me parte de nada, hizo dos cosas, que me

ofendieron mucho. La una encargar por

medio de Don Estevan Arteaga, y proba–

blemente de consejo suyo, al Señor More–

schi Secretario del Senador Aldrobandi, que

tomando las noticias de la nobleza de mi

segunda Cancion , el compusiese otra sobre

el mismo asunto, para que se imprimiera

en lugar de la mia. La segunda

1

retirar

tambien de la imprenta mi primera Can–

cion italiana , quando el Impresor tenia ya

ordenados todos los caracteres de ella, y

estaba para enviarme a casa la prueba de la

impresion para que yo la reviese , como me

dij o D. Estevan de Arteaga en la calle en

presencia de otros tres Sugetos, y como me lo

confirmo un o de los mismos Impresores....

«A vista de estos desaires me resnlvi a

retirar de la imprenta, en donde estaba mi

Cancion española, como en efecto lo hize:

pero no sin dar pane, como se había hecho

conmigo, antes bien habiendo ido para esto

al Señor Vicerettor a decirl e , con toda la

cortesía, y huma nidad que pude , que con

su permiso tomaría mi Cancion para reto–

carla, pues al gun os Amigos (corno era ver–

dad), me habían hecho reparar en ella al–

gunos defectos ori gi nados de la prisa con

que trabaje , y de la poca practica qu e tengo

de componer en español. El Señor Vice–

rector convino, pero conocio mi intencion,

que era de retirar enteramente la poesía

con urbanidad

y

huyendo toda ocasion de

ataque de palabras. Sin embargo al mo–

mento, quando apenas habían pasado un

par de horas, envio a mi casa a Don Este–

van Arteaga, para que yo restituyese luego

la poesía, si quería que se imprimiese. Este

Señot me dio el recado, amenazandome for–

malmente con la indignacion del Colegio

todo de España....

«Estando las cosas en este estado, y ha–

biendo Arteaga suplido por si mismo con

una Cancion suya española la falta de la

mia, trate con Don Javier de Alarcon de

imprimir mis dos Canciones italianas, que

el Colegio había rechazado. Escribimos

los dos a R oma a Don Antonio Moñino

pasando entretanto a hazer la impr.esion

con la seguridad que tenia el Señor de

Alarcon de que Don Antonio lo tendrla a

bien como realmente lo tuvo. Quando se

estaban ligando los doscientos exemplares

ya impresos con todas las licencias necesa–

rias, fue el Secretario de Aldrobandi, o de

su motivo, 6 movido y enviado de otro a

la Librería, y arrebato por fuerza un exem–

plar contra la voluntad del Librero que no

quería darselo. De resulta de esto el Señor

Vicerector envio, segun me han referido,

una esquela al P . Inquisidor del Santo Ofi–

cio, suplicandole, que mandase recoger

aquella impresion. El Inquisidor obedecio

a ciegas , y sin hazerme dar ningun aviso,

ni hazer ninguna averiguacion, que yo sepa,

mando llevar a la lnq uisicion todas las co–

pias que había en la tienda, que eran quan–

tas se habían impreso, menos la que se

llevo el Secretario de Aldrobandi,

y

quatro

que yo tenia ya en mi casa destinadas para

Don Antonio Moñino, y su tío el Conde

de Floridablanca, cuyo arrivo a Bolonia se

creía muy vecino. Vino el Librero a darme

parte de lo hecho. Yo fui al P. Vicario de

la lnquisicion , y al Seilor Vicerector. El

Vicario, en ningun a de las dos visitas que

le hize , quiso dar lugar ni a correccion, ni

a ningun otro expediente de los que yo le

daba, porque no sabia que hubiese cosa

alguna que corregir en aquellas poesias....

<<El Stñor Vicerector, a quien ful a visitar

en dos :iias consecutivos a la hora en que el

mismo en otra ocasion me hab1a insinuado

ser la mejor para no incomodarle, no se