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Acto de humildad.
¿Cómo, tendré valor para
acercarme
ii
Vo
,
que sois
mi Dio
y
mi ei101·? ¡Ay
de mí, os he ofendido, mi
Dio , con mis pecados; oh
Padre mío, yo he entriste–
cido vuestro Corazón amo–
roso! ¡Ah Sclior, no soy
digno de recibiros en mi
corazón !
¿Cómo
podré
acercarme
á
esta sagrada
me a? . . . Mas Vos me
hnashina Canman, f¿¡¿ca
Diosman,fmccuJpumun lta–
mungapac atipacuc ·ani?
Alaú, 'wita, Dioslla , ji1r
challi 'hpct piñachircanimi;
alaú
,
Yayalla
,
cuyac
slmngüiquitci nanachircan-i–
mi /
Canta, Apu Yaya/la,
mana chasquiipac cani! .Ari,
ima ·hina cai swnaimana
rnicunaman chayana ushwi–
man
"!!
• • • •
Canwa hamui
convidáis y aun me amena-
ñiu;aman núigui ?"iiwa ma–
záis si yo no vengo ; y me
na shannuctapish manc/iu–
apartáis de Vos, oh Jesús
chihuangui, Cambac swnai–
mío, que sois la vida eterna,
mana aichci yahuartapisli
si no como vuestra santí-
ñuca ·mana micucta Cm1r
sima Carne y. bebo vuestra
manta, Yciyalla, IUtiiíaiccu;
preciosisima
Sangre~
Me
¡
causciimanta q,nchiwhihucun–
acerco, pues, obedeciendo
gui. Can sltmmti nictauyush–
tu mandato, movido por el
pa shamunüac, fizwa quish–
amor de mi salud y de la
pichiita, huiña'icac cau–
vida eterna, pero dolién-
saita cuyaimantcicuyuchisli–
!lome de mi indignidad ; y
cct cashpa; ñucet millai
por esto sinceramente os
casltccimantci llaqui llaquish–
digo : ¡oh SE\iíor, no merez-
pacet hamiini , manalhtllci
co que entréi en mi alma!
nishpa: Apulla, Can 'iiu–
j
Oh Sci1or, lleno de bondad,
ccipi s/1wnunalct ma11a cci-
~
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