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en Vos tienen puesta su es–
peranza.
¡Oh Dios
y
Padre
mío! socorredme, para
que viva solamente 1 ara.
Vo
y
para que os sirva
r
ame hasta el fin de mi
vi!la. Amén.
cluichun, cnyach'un kna·
h1tnaca 11ui. Cll cis1H1
cct·
chnn.
De las lndnlgeucias,
y princi¡1alme11te de la Bendición A11o:tólica
iu articulo mortis.
Por la recepción digna
Penitencia
acrn.menlo-
del Sacramento de la Peni-
manta,alli chnsqui·lwcnnan–
tencia nos 'son perdonados
ta ,
·
fmcrmchicman jucha,
los pecados
y
el castigo
juchapac huiftrii nanaipish
eterno merecido por ellos,
pambaclti lwn canmi, cha ·–
mas no es perdonada siem-
napish huaquin lmaquiu/la–
pre la pena temporal. La
mi juclwmanlct apana tu–
Sagrada Escritura demues-
eurina llaqui lanclalla a1am–
tra que Dios lo dispone de
bachislwa can. Ghrmut Dios,
este modo, cuando perdona
juchacwnata p,ambctehishpa,
los pecados. Así Dio per-
camachinlni; caitaca Escri–
donó
á
nuestros primeros
litra agracla ricuchin. Dios
padres su pecado, pero les
iíueanchic fíctwpac yaya
impuso grandes penas tem-
mamaman juchatci pmnba–
porales
1.
.Asimismo Dios
chirca, chasnapishpaic1inata
hizo decir, por su profeta
tucitrinct anclut lla1j1tilman
Natfo, al rey Davicl: "El
llaqidchirca
t.
Shinallatac
1
I
l\Ios.
3.
Gmm.1
1
Yadomécum.
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