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dar
á
Dios. Al contrario,
Diospaellata yi¿yaeu,c, Dios–
el que tiene mujer anda
llaman shwnguyuemi, ima–
afanado en las cosas <lel
hinaPaila euslciehina mas–
mnndo y en cómo ha de
eashpa; yallvnrae /¿¡¿armi–
agradar
á
Ja mujer,
y
así
yue ea,i paeluvpaep·i eutsii–
se halla dividido. De la
eaehae purini, imashina
misma manera la mujer no
huarmita eushiehina yitya–
casada, ó una virgen, piensa
eunmi; shina ehawpishoa
en las cosas de Dios, para
00/l?Jmi. Ghasnallatae mama
ser santa en cuerpo
y
alma.
easarashea huarmi, viiye,n,
Mas la casada piensa en
Diospaepi yuyaeuemi, ueeu
las cosas del mundo y en
aielu11pi, a1Jmc11pi llmnpae, alli
cómo ha de agradar al
eanigapae. Yallinraeeusayue
marido
1.
¡Oh cuán bellos
eai paehapaepi Y'W!Jaeueini,
son los que se conservan
imashvna eusata eushichvna
vírgenes! Inmortal es su
mase0Jr11pish
1.
l'Jifai smnae
memoria, y en honor delante
llwmpae OJiehayuehuaeaiehi–
de Dios y de los hombres
2.
rieeuna! Dios ñaupaepi,
Como en noche obscura las
runaeuna ftawpctepi yupai–
estrellas brillan bellas y
ehasheaewnanni2. Imashinc¿
alegres, así resplandecen
euillarewna annsct tutapi su–
hermosos
y
amables delante
maella,eushiehinallallvpiya–
de Dios los corazones ino-
eun, ehasnalla mania mapa–
centes
y
puros,
y
los ojos
yaslwa, ehuya, llmnpae ai–
amantes del Padre celestial
chayue shungucuna Dios
miran muy gozosos
á
los
ñawpac;pi swmael/a,,euyOJna.–
que tienen un corazón casto.
lla llipiyaeun; Yayapae cu–
Por esto eligió Jesucristo
yac i/tahui lulwneuna cunelw
t
I Cor. 7, 25-40.
2
Sap.
4, l .
Ü'H1m11
Vademécum.
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