65
derno 3.
e
ella no era
nece~ria
para recupe.
rar Santa Beatriz, porque ]a nulidad de los con–
tratos celebrados entt·e
D.
Manuel Agustín de
la Torre,
D.
Pascual Guerrero,
D.
Mariano Sar–
ria,
y
D.
Juan Herrera, .queda convencida en
lo principal con argumentos irresistibles de
au–
toridad
y
de razon, pero como se ha dicho
en
algunos lugares de los escritos contrarios, que
el _propietario reasumio el fundo, porque no
_1~
era pagada la mtwced conductiva por
Guerrero~
y
que
este no la hacia en razon de que nada pro–
ducía por falta de recursos para fomentar el tra–
bajo, fue
preci~o
hechar mano de materiales ac–
tivos para falsificar estas especies.
_
Ellas aunque son inciertas por notoriedad,
se
imajinaron para preocupar los conceptos,
y
acaso podrían causar alguna impresion: pero
ca–
balmente se han desembuelto de una manera
c0mpleta
en
e) cuaderno
3.
o
de pruebas, ale":
ja~do
las nubes de ilusion con que se pretendie:-:
ron cubrir.
Alli resulta probado documentalmente de
foj.
l
á
7
que la deuda
a
los ingleses
perten~-·
cia ej¡clusivamente
á
Guerrero,
y
no
8.
Cave;:
necia,
y
menos
a
Santa Beatriz como lo
dijero~
repetidas !eces Sarria
y
Herrera en el cuader–
llO
principal. Por el mismo documento num.
8
del cuaderno
3.
0
aparece,_ que en vísperas
de traspasar Guerrero
á
Sarria vendio de conta–
do
setecientas hanegas de maiz á tres pesos
hanega
a
D.
Sebastian Schot: el mismo Schot
desde el mes de setiembre de
1824
hasta que
Guerrero
traspaso
la hacienda en febrero de
~7,
le pagaba
de
y~rba
semanalmente de
2~
a_ao
pesos,
y
á
mas que tenia en la
cha~ara
el