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GOirnnA
mándolos debajo los matase á todos. [os españoles que dentro
estaban, como vieron·el fuego,
pensa~·on
de ser quemados,
é
afligíanse en gran manera. Hernando Pizarro nunca el ánimo
tan determinado que allí tuvo se aflojó, ántes parecia que
recibía más contento en morir eo el incendio que no
á
mano~
.
de sus enemigos. Los de Chile, que estaban de fuera, les amo-.
'nestaban qu·e se diesen, pues veían que.muriendo voluntaria–
mente sus• ánimas irían .condenada.s. Remando PfaatTO en
gran manera estaba afli gido ,
V
Íendo
en
el trabajo tan grande
é
aprieto que le tenían; el fu ego, con gran ruido, comenzó
á
apretar de tal manera, que, aunque muchos de los que estaban
en la ciuda·d lo vieron, no se atrevían á · ·
á
ayudarles, pues
si lo hicieran, fueran luégo muertos; los que estaban c0n Her–
nando Pizarro le rogaban se diesen
-á
prision, pues el acto de
la fortal eza no estaba en que)·er morit· con temeridad, ántes
era muy mejor sustentar las vidas para despues con ellas po–
der vengarse de sus enemigos. No determinaba Remando Pi –
zarro de entregar su persona · en los de Chile,
é
respondió
á
los que con él estába·n que él quería
se~·
qnerr1ado con fuego
ántes que hacer lo q e le clecian·,
é
junto á la puerta se puso,
é
de tal manera defendía la puerta, que no eran parte para les
·entrar. El ·humo era tanto, que estaba la noche enfoscada con
· 10
mucho que se esparcía. Orgoñez é Sotelo no tenían nenguna
piedad para dar las vidas
á
los que estaban encastillados, si
ellos, oonstreftidos de necesidad, no qejasen las armas
é
se
viniesen para ellos.
.
En este tiempo comenzaron
á
caer los crecidos maderos
sobre que la casa se sostenía, habiendo el incendio consumido
la paja; los españoles que estaban dentro, viendo que de la
burla no podían perder rné nos que las vidas, ruegan á Rer–
nando Pizarro con toda instancia quiera salir de aquel lugar
tan peligroso y'entregarse en las manos de los de Chile, pues
al fin eran cristianos. Y estando en esto, con gran ímpetu,
toda la casa venia abajo , é con las adargas é rodelas que te–
nian , se lanzaron en las lanzas de los enemigos , yendo todos
los más quemados é medio abogados del humo;
é
cayó tod a