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DR LAS SALINAS.

alguna fiebre;

é

habian andado legua

é

media de subida,

é

cayendo

é

levantando cobraban aliento con esperanza de

hallar agua para poder volverá descansar, mas no Ja· pudie –

ron hallar.

Mango Inga , teniendo aviso de la venida de los treinta

cristianos' é del cansancio

é

fatiga tan grande que traían'

é

cómo venían sin caballos, cabalgando en uno de cuatro que

allí tenía, teniendo en la mano una lanza jineta , dijo á los

bárbcm>s que con él estaban, que ya he dicho no ser másde

ochenta, que se animasen y aderezasen para ir contra los

treinta cristianos que venían, pues el calor

é

falta de agua

los traía casi muertos;

é

diciendo esto, mandó á tres princi–

pales de su linaje que cabalgasen en los otros tres

~aballos

que digo tenian, ése apercibiesen para ir contra los españo–

les, los cuales ya no podian compadecerse ni caminar por el

gran calor é sed, que ll evaban casi secas sin virtud las ar–

É

por consejo del capitan Villadiego pararon cerca de

lo alto con voluntad de hacer reparos para el sol, de algunas

mantas

é

cañas; é ya que querian parar, fueron delante cinco

ó seis mancebos diligentes, de los que más descansados se ha–

llaban, para mirar lo que habia, é ya que habian andado un

poco de trecho, oyeron el ruido que Mango Inga traía con los

caballos é indios con que ya venian á dar en ellos,

é

como

los vieron volvieron las espaldas, sin sentir 'nenguna sed ni

cansancio, á dar aviso

á

sus compañeros. Villadiego, oyendo

que Jos indios estaban tan cerca, á gran priesa con el peder–

nal sacó lumbre que bastó

á

encender las mechas,

é

mos–

trando buen ánimo cargó el arcabuz, é dijo

á

los españoles

que no temiesen

á

los indios ni desmayasen en verse sin ca–

ballos

1

que Dios nue tro Señor sería con ellos y n su ayuda,

é

que toma en sus armas; mas

~staban

tales que tenian los

e paldar

ecos de la sed,

é

con el cansancio e taban enfla–

quecidos. Y aunque conocieron los enemigos e tar cerca de

al

Jí,

no les pareció que eran poderosos á defender e, cle–

cian que por tener Villadiego poca ·experiencia de la guerra

habian Je

01·

todo muerto ; mas aunque e to platicaban ,

ñíl