Table of Contents Table of Contents
Previous Page  18 / 484 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 18 / 484 Next Page
Page Background

6

GUEllll.\

«que la paz es el mayor bien de los bienes,

é

la guerra el ma–

yor mal de los males"; y San Agustin, "que el hombre pací–

fi co tiene el corazon seguro

y

todo está cercado de compañía

de los ángeles, lleno del fruto de alegría, todas sus cosai son

de paz, huye la discordia, alumbra los secretos del ánima,

merece estar en el consorcio de los ángeles>). Otros grandes

ho111bres eruditos en las letras reprenden las guerras

é

dicen

gran bien de la paz; mas los españoles que estaban en el Perú

no quisieron ellos ser capaces de tal beneficio, sino ellos

mesmos fueron cuchillos para sus gargantas. La primera ado..:

lecencia

é

guerra cevil que hobo en este reino, fué comen–

zada en el año de treinta

y

siete,

é

duró fasta el de cuarenta

é

ocho, que se dió en el valle de Xac¡uíxugnana la última ba–

talla entre el Presidente Gasea

é

Gonzalo Piz,

1-ro.

Bien qui–

siera yo, si pudiera, no cscrobir cosas tan tristes; mas porque

los siglos ,·enideros entiendan los movimientos locos de esta

gente, yo prometo, aunque mi torpe ingenio se esté tan esca–

broso como de ántes, de aJobar bien la pluma para las referir.

Pues ya quien hobi ere leido el libro precedente se acor–

dará cómo en él dije que el Adelantado D. Diego de Almagro

dejó cu Urcos al capilan Juan de Sayavcdra, con dol;ientos

é

cincuenta españoles de pié é de

á

caballo,

y

él con la resLn,

que eran docienlos, iba al valle de Yucay, adonde creyó Mango

Inga le saldria de paz, porque así lo babian concerlado por

carlas;

é

saliendo de Urcos anduvo hasta que ll egó

á

un pue–

blo llamado Calica, adonde estaba una guarn icion del Inga,

é

por capitan della un valiente mancebo del linaje de los Anan–

cuzcos, que allí con seis mil 110mbres de guerra estaba, para

hacer lo que le fuese manda<lo;

é

como l\Iango Inga hobi se

determiuado de ir

á

Yuca

y,

habíale en viaclo mensajero

á

este

su capitan para que no diese guern1

á

!magro nenguna,

hasta que en Yucay por ellos fuese determinado lo que ba–

bian <le hacer. Pues como el Adelantado, con los espaiiole:,

allegó adonde C3taba esta guarnicion de gente, mandó

a

Jos

de

á

caballo que escaramuzasen por la plaz,1, que estaba junto

adonde los indios estaban ,

é

ulguuos c<1ballo que eran mal