D. MELCHOR DE NAVARRA Y R.OCAFUL. 287
permitiria engrosar sus fuerzas con los buques
apresados, armados ó inermes.
Con estas concesiones, el buen espíritu, que
animaba
á
los socios, y la cooperacion, que halla–
ron en el público, principalmente en Huan–
cavelica, cuyos mineros contribuyeron con
42,603 pesos, se pudieron aprestar los navíos
San José y San Nicolás, en breve tiempo. Un
primer encuentro con los :filibusteros cerca de
Guayaquil fué feliz; y el triunfo habria sido .com-
•
pleto, si el buque inglés, que combatian, no
.hubiera sido favorecido con la inesperada llegada
de un buque francé .
La
e cuadra vencedora no
tardó e
r e 1 an ico ' , que aró en un
banco de arena_, pero pu
var la gente y
armas. D.
:o
~
t d a , comandante
del San Jo
é-,
continuó la expedicion guerrer
con la mayor con tancia; atacó á lo piratas en
la isla del Tigre con tal brio, que les obligó '
dejar las embarcaciones, y volvió al Callao,
cumplido veinte y un mese du su salida, con
siete buques capturados y dejando el mar sin
temibles enemigo . Los :filibusteros habian pere–
cido en gran número ya en los combates marí–
timos, ya en la travesía por tierra; no pocos fue–
ron víctimas de su propios excesos ; y solo
Dampier y alguno otro de sus compañeros logra-